“Teniendo en cuenta todas las pruebas y testimonios, creo que (Vadim) Shishimarin no es culpable del crimen del cual es acusado. Pido que absuelvan a mi cliente”, dijo Viktor Ovsianykov.
“Lo siento realmente”, afirmó por su parte el soldado que mató a un civil de 62 años en el noreste de Ucrania el 28 de febrero.
“Lamento lo que hice”, añadió el joven, de cabeza rapada. “Estaba nervioso en esa situación. No quería matar”, dijo, y reiteró: “Quiero disculparme por lo que hice”.
Obedecía órdenes
El abogado aseguró que su cliente no quería ejecutar la orden de disparar, aduciendo que en un primer momento no había obedecido. La defensa también subrayó que se había entregado voluntariamente a las fuerzas ucranianas y que no negaba los hechos.
Asimismo, el letrado afirmó que el soldado sólo intentaba salvar su vida, y descargó la responsabilidad de lo que hizo en sus superiores.
Pero la acusación rechazó esos argumentos y pidió la cadena perpetua. “Él ejecutaba una orden criminal y era muy consciente de ello”, lanzó uno de los fiscales.
El militar, que habló ruso durante la audiencia, estaba acompañado por una intérprete que traducía al ucraniano sus declaraciones y las de otros participantes.
Según la acusación, Vadim Shishimarin estaba al mando de una pequeña unidad dentro de una división de tanques cuando su convoy fue atacado. Con otros cuatro militares, robó un vehículo.
Estaban circulando cerca del pueblo de Shupakhivka, en la región de Sumy (noreste), cuando se cruzaron con un civil que iba empujando su bicicleta mientras hablaba por teléfono, antes de que Shishimarin lo matara de un tiro.
El jueves, el soldado, oriundo de Irkutsk (Siberia) también había “pedido perdón” a la viuda, durante una breve conversación en la sala de un tribunal de Kiev, afirmando que había actuado siguiendo “órdenes”.
El veredicto será anunciado el lunes, según el juez.