“Suecia es un centro de incubación de organizaciones terroristas. Acogen a terroristas. En su Parlamento hay diputados que defienden a los terroristas. A quienes acogen a terroristas no les diremos ‘sí’ cuando quieren unirse a la OTAN”, dijo el mandatario.
El viernes pasado, Erdogan ya advirtió que no veía bien la intención de los dos países nórdicos de ingresar en la OTAN por su actitud abierta hacia las organizaciones militantes kurdas que Ankara considera ramificaciones del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.
“Estos dos países no tienen una postura clara contra las organizaciones terroristas. Incluso cuando dicen que están en contra de ellas, no entregan a los terroristas que deberían entregar. No nos pueden engañar dos veces”, acusó el presidente turco durante una rueda de prensa en Ankara junto a su homólogo argelino, Abdelmajid Tebboune.
“El lunes vendrán a Turquía, pero ¿vendrán para convencernos, para que nosotros cambiemos de idea? Lo siento pero no nos morderán dos veces. Para eso no hace falta que vengan”, remachó Erdogan, en referencia a la visita prevista de una delegación sueca.
Este domingo, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, trató el tema con sus homólogos de Suecia y Finlandia, Ann Linde y Pekka Haavisto, durante un encuentro informal de la OTAN en Berlín.
El titular de la diplomacia turca subrayó que la respuesta de Finlandia había sido “respetuosa y ecuánime”, pero que la actitud de Suecia “lamentablemente no fue constructiva”, y que “continúan las declaraciones provocadoras”, pero dejó la puerta abierta a futuras negociaciones.
La Unión Europea (UE) considera al PKK una organización terrorista, pero no extiende esta calificación a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), apoyadas por Estados Unidos y otros países, mientras que para Turquía se trata de la misma entidad por los estrechos vínculos entre ambos.