El embargo de crudo ruso propuesto por la Comisión Europea aprieta un poco más la soga en torno a Rusia, que usa este recurso para financiar la guerra en Ucrania. Pero, ¿puede realmente debilitar al Kremlin?

Privar al Kremlin de los ingresos del petróleo significa también privarle de recursos para financiar su guerra en Ucrania. Este cálculo occidental tiene sentido, porque el crudo es el cajero automático del Estado ruso.

Los impuestos recaudados por el oro negro alimentan gran parte de su presupuesto. Los ingresos por exportación de petróleo destinados a Europa representarán el 11% del PIB ruso en 2021, mientras que el gas sólo supondrá el 2,5%.

Desde el comienzo de la guerra, los ingresos rusos por exportación de hidrocarburos se han duplicado. Este megabono permite financiar gastos militares y sociales excepcionales relacionados con la guerra en Ucrania.

¿Qué pasa si Moscú consigue encontrar otras salidas para su petróleo?

Este riesgo parece ser bastante limitado en la actualidad. Vemos que las refinerías chinas e indias se apresuran a comprar este petróleo ruso, que actualmente está a un precio bajo, pero, por otro lado, las grandes empresas públicas chinas se aferran a su cuota habitual. Y estos dos países no podrán absorber los dos millones y medio de barriles que Rusia enviaba a Europa cada día.

Por último, el precio no será ventajoso para Rusia. India está negociando actualmente el petróleo ruso a 70 dólares, mientras que el precio del crudo Brent supera los 100 dólares por barril. Por lo tanto, es probable que los ingresos petroleros de Rusia se esfumen con el embargo.

Los exportadores rusos, obligados a reorganizar los flujos hacia nuevos mercados

Los principales oleoductos de Rusia están orientados hacia Occidente. Sólo hay un ducto que conecta Rusia con China y que funciona a pleno rendimiento. No se necesitarán meses, sino años y mucho dinero para construir una nueva red que desemboque en Asia, así como el oleoducto Druzhba, Friendship, que sirve a Europa.

Los superpetroleros podrían tomar el relevo, pero no está claro que estén dispuestos a exponerse a las sanciones occidentales.

Por último, si no hay clientes, los productores rusos se verán obligados a cerrar sus pozos.

A diferencia de sus competidores sauditas, les resulta muy difícil reabrir el grifo con facilidad. Por lo tanto, este embargo tendrá efectos negativos sobre los ingresos de exportación y la capacidad de producción.

¿Qué pérdida de ingresos?

El ex oligarca y opositor Mijaíl Jodorkovski calcula que un embargo europeo de gas y petróleo privaría a Moscú de la mitad de sus ingresos. Ningún experto da una cifra tan precisa.

También hay que tener en cuenta la reacción del mercado. Si las exportaciones rusas cayeran, esto podría hacer subir los precios y devolver a las empresas rusas parte de sus ingresos perdidos.

El embargo petrolero de la UE, si lo confirman los 27, debilitará la economía rusa, pero no impedirá necesariamente que el Kremlin continúe la guerra en Ucrania.

Su fondo soberano tenía un valor de 155.000 millones de dólares en abril, suficiente para cubrir los gastos sociales y de guerra si se agotan las ganancias del petróleo.