Los líderes del G7 se comprometieron a detener gradualmente las importaciones de petróleo ruso y adoptar más medidas sancionatorias a dicho país por la invasión a Ucrania.
El acuerdo se logró tras una videoconferencia convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que contó con la participación como invitado el mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski.
En ese contexto, los líderes del G7 anunciaron que habían alcanzado un acuerdo para prohibir o eliminar sus importaciones de petróleo ruso.
Además, se comprometieron a prohibir o impedir la prestación de servicios clave de los que depende la economía rusa y a seguir tomando medidas contra los bancos rusos conectados al sistema financiero global.
El grupo de países más ricos del mundo hizo asimismo un pedido a Moscú para que permita las exportaciones de cereales de Ucrania -bloqueadas por las tropas rusas en los puertos del mar Negro y el mar de Azov-, en un momento en que el mundo vive una fuerte crisis alimentaria a falta de estos productos.
El grupo también aseguró que continuará fortaleciendo sanciones contra las “élites financieras” y la Unión Europea planea nueva serie de sanciones contra el banco Gazprombank, los medios de comunicación públicos y la industria armamentística o nuclear de Moscú.
Por el momento, Estados Unidos ya ha impuesto un embargo al petróleo ruso, pero la Unión Europea, cuya economía depende en gran parte de los suministros del país, aún baraja las posibilidades para endurecer sus medidas a estas importaciones.