Este martes 3 de mayo se cumplen 15 de años de la desaparición de Madeleine McCann, uno de los casos más emblemáticos a nivel mundial, que hasta hoy, no tienen culpables y nada se sabe sobre el paradero de la niña, de ese entonces, casi 4 años.
Hace pocos días, la justicia alemana imputó al nacional, Christian Brueckner, como el principal sospechoso del hecho. El hombre se encuentra actualmente en prisión, condenado e investigado por agreciones y ataques sexuales.
El inicio del caso: la desaparición de Madeleine McCann
El caso Madeleine McCann comenzó el 3 de mayo del 2007, cuando la pequeña de tres años desapareció mientras vacacionaba con su familia, de origen inglés, en Praia da Luz, en Portugal. Su rastro se perdió cuando dormía en una habitación del hotel con sus dos hermanos, mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano.
Según consigna el Diario El País, la falta de pistas sobre el paradero de McCann, la convirtió en la persona desaparecida más famosa del mundo. Se barajaron numerosas teorías y distintos sospechosos de ser responsables de su desaparición.
¿Cómo desapareció Madeleine McCann?
De acuerdo al relato de los padres, todas las noches dejaban a los niños durmiendo en el espacio que tenían arrendado, en el primer piso del complejo. Luego se iban a cenar a un restaurante que quedaba justo al frente de donde se hospedaban y cada media hora revisaban cómo seguían sus hijos.
Aquel 3 de mayo, en una oportunidad, notaron que Madeleine McCann no estaban en su cama, ni en la pieza, ni en el complejo vacacional. Inmediatamente, llamaron a la policicía y comenzó a indagarse el caso que ya lleva 15 años sin respuesta.
En 2019, Netflix publicó el documental llamado ‘La desaparición de Madeleine McCann’, que mostró cómo fueron los primeros momentos tras ser vista por última vez, el actuar de la policía, padres, vecinos y la mala relación entre las autoridades portuguesas y británicas.
Primeros sospechosos del caso
Tras revisar cámaras de seguridad, interrogar a vecinos, turistas, trabajadores y a la familia de Madeleine McCann, la policía barajó las hipótesis de un secuestro por una red internacional de pedofilia o un secuestro por una red ilegal de adopción, según Infobae.
En un momento se sospechó de Robert Murat, un vecino del complejo turístico donde se hospedaba la familia McCann, quien colaboró con las autoridades como intérprete en inglés. Testigos aseguraron haber visto a Murat dando vueltas cerca del lugar de la desaparición, esa misma noche.
Los investigadores no lograron probar alguna participación del sospechoso, ni tampoco de su amigo ruso, de 22 años, Sergey Malinka, que había intercambiado varias comunicaciones telefónicas con Murat en los últimos días.
Padres de Madeleine sospechosos
En un momento, la investigación por el caso de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann, apuntó a sus padres como sospechosos. Es más, el ex inspector de la Policía Judicial de Portugal, Gonçalo Amaral, quién los indicó como responsables, aún mantiene su postura.
Su teoría se basa en que los padres de la menor la mataron accidentalmente, por lo que escondieron el cuerpo e hicieron parecer el caso como un secuestro o robo. Según el oficial, Kate y Gerry McCann, ambos médicos, le suministraron a sus hijos, somníferos, lo que le pudo causar la muerte a la desaparecida niña.
Esta hipótesis tampoco tuvo las pruebas suficientes y se sumaron a loas “avistamientos” de Madeleine McCann en distintos países, pero que resultaron ser niñas similares en edad y características físicas.
Christian Brueckner: el principal sospechoso del caso Madeleine McCann
A 15 años del inicio del caso por la desaparición de Madeleine McCann, las autoridades manejan el nombre de Christian Brueckner, un alemán de 44 años, como posible responsable.
Brueckner vivió entre 1995 y 2007 en el Algarve, la ciudad donde comenzó el caso, y estuvo cerca del complejo la noche en que “Maddie” desapareció. Incluso fue interrogado por la policía portuguesa en 2007, pero no pudieron relacionar el caso con él. Allí trabajaba esporádicamente de mesero en bares y restaurantes, y robaba en hoteles y apartamentos turísticos, informó El País.
Eso sí, el sospechoso está actualmente en prisión en Alemania, condenado por abusos sexuales, agresiones físicas, robos y delitos menores. A fines de abril pasado, las autoridades portuguesas reabrieron la investigación y solicitaron a Alemania la autorización para interrogarlo.
El alemán “responde al perfil de un psicópata carismático y manipulador”, según los informes psicológicos de las autoridades. Además, la policía portuguesa lo calificó de “arguido”, una figura legal que lo cataloga como sospechoso y por lo que su posible delito no puede prescribir.