Suecia y Finlandia no forman parte, pero son los dos socios más estrechos y participan ya en misiones y operaciones. Eso hace que las negociaciones formales para entrar en la alianza se puedan resolver "en un par de días", ha señalado un portavoz de la OTAN.

La entrada de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podría culminarse antes de final de año o principios de 2023, después de un proceso de negociaciones de tan solo unos días dada la cercanía de los dos países escandinavos con la alianza , ha asegurado un portavoz de la OTAN consultado por Europa Press.

La invasión rusa de Ucrania ha llevado a una nueva urgencia de seguridad para Estocolmo y Helsinki, que verían con buenos ojos unirse a una organización militar. Para ello mantiene un proceso de consultas parlamentarias y se espera que a mediados de mayo emitan una decisión final sobre unirse a la alianza militar.

Suecia y Finlandia no forman parte, pero son los dos socios más estrechos y participan ya en misiones y operaciones. Eso hace que las negociaciones formales para entrar en la alianza se puedan resolver “en un par de días”, ha señalado el portavoz aliado.

El paso más arduo es el que tiene que ver con la ratificación por los distintos trámites que hay en cada miembro de la OTAN. Este procedimiento burocrático se demorará meses y es lo que hace que el ingreso formal no llegaría hasta finales de 2022 o principios de 2023, algo que inquieta a Suecia y Finlandia que quieren contar con garantías de seguridad para este interregno, después de que Moscú haya amenazado con represalias si se unen a la OTAN.

Dos semanas de proceso desde la solicitud formal

Una vez hayan finalizado el proceso parlamentario, los candidatos deben enviar una ‘carta de intención’ a la organización, que equivale a una solicitud de acceso, con el que arranca el proceso formal para ingresar.

La OTAN convocaría a su órgano ejecutivo, el Consejo del Atlántico, para estudiar la petición de Suecia y Finlandia y en esa misma jornada podría dar la luz verde a abrir las negociaciones de entrada, a la vista del consenso existente.

Estas conversaciones de acceso, que normalmente llevan tiempo y requieren de reformas en el campo de la Defensa para alinearse con los estándares de la OTAN, serían muy breves, de tan solo un par de días.

Luego vendría la firma del protocolo de acceso, que rubrican los aliados en Bruselas para pasar posteriormente a las capitales, donde empieza el proceso más largo para que los 30 aliados ratifiquen el ingreso de los nuevos miembros.

“Todo el proceso desde la carta de intención hasta tener el protocolo de acceso firmado se haría en dos semanas. Que es muy rápido”, ha indicado el portavoz atlántico.

La ratificación lleva meses

Pese a la rapidez en las conversaciones y que se vayan a agilizar todos los trámites, la fase que puede demorar más el ingreso de los dos países nórdicos en la OTAN tiene que ver con la ratificación del protocolo de acceso, que “puede llevar muchos meses”.

El problema radica en que cada aliado tiene un sistema diferente, en muchos se necesita del visto bueno del Congreso o Senado. En Estados Unidos, por ejemplo, requiere del apoyo de dos tercios del Senado, en otros una mayoría simple y en Reino Unido tan solo necesita del visto bueno del Gobierno.

En el caso de Macedonia del Norte, último país en entrar en la OTAN, con cierta presión por el cambio de nombre del país, el protocolo tardó nueve meses en ser ratificado por el resto de aliados, recuerda el portavoz aliado para dar una muestra de los plazos que cabe esperar ahora.

En 1982, España se convirtió en el decimosexto miembro de la OTAN después de un proceso que llevó en total seis meses desde que comunicó su intención formal de adherirse a la organización en diciembre de 1981.

Una vez todos los miembros de la alianza y los candidatos han aprobado estos protocolos, el ritual lleva a Washington, donde los documentos se depositan ante el Gobierno de Estados Unidos. No es hasta que están todos el país aspirante se convierte en miembro de la OTAN.