El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo este miércoles que el bloque debe reducir la dependencia al gas y al petróleo ruso.
La autoridad agregó que deben “reconvertirse a las energías verdes”, luego de que el Kremlin cortara el suministro a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos.
“Nuestra dependencia del gas y del petróleo ruso ha ido, sin duda, demasiado lejos (…) Esta ultima decisión de Rusia no hará sino acelerar que Europa se reconvierta a energías verdes que no creen dependencias y no atenten contra el clima”, dijo Borrell, quien se encuentra de visita oficial en Chile.
Polonia y Bulgaria son los primeros países a los que Rusia, que representa para ambos su principal proveedor de gas, corta el suministro, aunque lo mantiene para el resto de Europa.
Hasta el momento, es la reacción más dura de Moscú a las medidas impuestas por Occidente a la congelación de las reservas del Banco Central de Rusia. Esto, además de la desconexión de varios bancos rusos del sistema interbancario internacional SWIFT.
Dependencia al gas ruso
En un rueda de prensa junto al presidente chileno, Gabriel Boric, el alto representante de la UE afirmó que “lo que Rusia hace hoy es convertir una dependencia en un acto de agresión”.
“Tenemos medios para hacerle frente y le haremos frente a este nuevo acto de agresión de una forma conjunta y solidaria. Los europeos pueden estar seguros de ellos”, agregó.
Desde el pasado 1 de abril, los pagos por el suministro de gas ruso deben realizarse en rublos, en virtud de una orden del Gobierno de Vladímir Putin, algo que la mayoría de los países europeos se han negado a hacer.
Su idea es que el banco Gazprombank reciba el pago en la divisa especificada en el contrato de suministro de gas -el euro o el dólar en el 97 % de los casos-, lo convierta luego en rublos y lo deposite en la cuenta de rublos del comprador.
Eso le permite sostener el rublo, pero también que en Gazprombank, controlado por el Estado a través de Gazprom, entren divisas.
El gas ruso supone el 40% del consumo de la Unión Europa y solo en 14 países europeos la dependencia de Rusia supera el 50%.