Al inicio de una visita a la instalación que hoy hace justo 36 años (26 de abril de 1986) fue escenario del mayor accidente nuclear de la historia, el responsable del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que pese a la retirada rusa el 31 de marzo pasado, la situación sigue siendo inestable en Chernóbil.
“Todavía no tenemos paz, la situación aún no es estable. Debemos estar en alerta”, señaló Grossi ante un grupo de periodistas, sin dar más detalles.
El director general llegó hoy a Chernóbil acompañado por un equipo de expertos de su agencia y con media tonelada de equipos de mediación nuclear para controlar la situación radiactiva del lugar, ocupado durante gran parte de marzo por las fuerzas rusas.
“Tenemos que hacer algunos trabajos de reparación y debemos restablecer las conexiones (de datos) con Viena”, explicó Grossi en referencia a la sede central del OIEA en la capital austríaca.
Parte del equipo trasladado a Chernóbil por el OIEA hoy proviene de la propia agencia nuclear y otra parte son donaciones de países miembros del organismo.
“La asistencia (del OIEA) continuará. Esto es sólo el primer envío de equipos, esto no es una visita simbólica”, aseguró Grossi, quien agradeció explícitamente a los empleados de Chernóbil que realizaron durante las semanas de la ocupación rusa el mantenimiento del lugar.
“Trabajaron como si nada hubiera pasado y mantuvieron la situación estable. En este sentido se pudo evitar la peor”, dijo el director general del OIEA.
Al margen de visitar la instalación de Chernóbil, que está controlada bajo un enorme sarcófago de cemento para evitar la fuga de radiación nuclear, los expertos del OIEA inspeccionarán también la llamada “zona de exclusión” alrededor de la planta.
“Vamos a comparar los datos, estamos aquí para controlar la zona. Tenemos informaciones sobre algunas actividades (rusas) que tuvieron lugar allí”, concluyó Grossi, quien adelantó que el OIEA planea estar presente en Chernóbil “el tiempo que la situación no requiera”.