La participación en la segunda vuelta de las presidenciales francesas alanzó el 63,23% del censo a las 17.00 horas (15.00 GMT), a dos horas de que cierren los primeros colegios, lo que supone casi dos puntos menos que en la primera vuelta de hace quince días y la más baja a esa hora desde 1969.
En la segunda vuelta de 2017, cuando se repitió el duelo actual entre el liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, la participación fue del 65,30 % a esa misma hora.
La de este domingo es también más baja que la registrada en 2002, cuando a las 17.00 horas había votado un 67,62% en unos comicios.
También fue superior en 2012, cuando alcanzó el 71,96 % del censo, y en 2007, cuando fue del 75%.
Hay que remontarse a la segunda vuelta de 1969, que enfrentó al “gaullista” Georges Pompidou con el democristiano Alain Poher, para encontrar una tasa de abstención más baja a falta de dos horas para el cierre de los primeros colegios.
La tasa de participación en Francia había registrado una ligera subida al mediodía, cuando el 26,41% del censo había ejercido ya su derecho al voto, un punto más que en la primera.
Con estos datos, los institutos de sondeo prevén una abstención que ronde, al final de la jornada, el 28%, lo que sería la más alta en la historia en una segunda vuelta en unas elecciones francesas.
Por segundas presidenciales consecutivas marcaría una caída de la participación con respecto a la primera vuelta, cuando la abstención fue del 26,30%. Hasta 2017 siempre votaban más franceses en la vuelta definitiva que en la primera.
De confirmarse esas previsiones, la abstención rondaría el récord absoluto en unas presidenciales, que lo marcó la primera vuelta de 2002, con el 28,4%.