Miles de ucranianos siguen abandonando diariamente su país tras casi dos meses de guerra y en las últimas 24 horas se registraron 20.000 nuevas salidas, que elevan el total de refugiados a 5,03 millones, de acuerdo con la información que actualiza a diario la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Es alarmante que en el espacio de semanas hayamos llegado a los cinco millones de refugiados”, señaló la portavoz de la agencia Shabia Mantoo, quien indicó que nuevas ofensivas bélicas rusas suelen llevar aparejado un aumento de los ucranianos que huyen del país, como se ve actualmente con la ofensiva de Rusia en el Donbás.
Polonia ha recibido más de la mitad de este éxodo (2,8 millones), y otros países vecinos de Ucrania también han acogido un gran número de refugiados: Rumanía unos 757.000, muchos de ellos tras pasar previamente por Moldavia; Rusia, 549.000, y Hungría, 471.000.
A Polonia “sigue llegando gente de toda Ucrania, incluyendo del este del país”, afirmó Mantoo, quien señaló que entre los refugiados “hay personas en todo tipo de situaciones, desde familias con niños a personas con discapacidades”.
Con o sin plan de salida
“Algunos llegan con la intención de adentrarse más en Polonia o ir a otros países de Europa para reunirse con familiares o conocidos, otros están más desorientados sobre qué hacer”, agregó la portavoz, quien destacó la importancia de que en la actual crisis las fronteras sigan abiertas y la gente continúe teniendo acceso seguro a los países vecinos.
Alrededor de un 90% de los refugiados ucranianos son mujeres, niños y personas mayores, según Naciones Unidas.
A los ucranianos que han huido de su país se añaden al menos 7,1 millones de desplazados dentro de la propia Ucrania, por lo que el total de personas que han dejado sus hogares tras la invasión rusa asciende a más de 12 millones, más de la cuarta parte de la población nacional.
La crisis de refugiados es la peor que sufre el continente europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y sus cifras ya se acercan a la de otros éxodos actuales como el venezolano (6 millones de personas han abandonado ese país desde 2014) o el sirio (6,8 millones en más de una década de guerra civil).
El impacto de la invasión rusa en la población civil es enorme y no sólo se refleja en las cifras de refugiados sino también en las víctimas no militares de ataques armados, que ya superan los 2.200 muertos según la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Más de 5.000 civiles muertos o heridos
De acuerdo con la actualización diaria de esa oficina de Naciones Unidas, al menos 2.224 civiles han muerto (entre ellos 173 niños) y 2.897 han resultado heridos (incluyendo 280 menores) en la guerra en Ucrania.
Unas cifras que la misma oficina considera conservadoras, ya que aún no se tiene acceso a datos sobre ciudades sometidas a semanas de asedio, como Mariúpol, en la región de Donetsk, o Izium, próxima a Járkov.
Tampoco se tienen informaciones completas de localidades en las que se denunciaron numerosos asesinatos de civiles, como Borodianka, en las afueras de Kiev, o Popasna, en la región oriental de Lugansk.
El asesinato indiscriminado de civiles en un conflicto puede ser considerado un crimen de guerra o contra la humanidad, y la oficina de Naciones Unidas, dirigida por la alta comisionada Michelle Bachelet, ha creado una misión de expertos para investigar estas muertes y otras violaciones del derecho internacional.