Las autoridades ucranianas volvieron a acusar este jueves a las tropas rusas de utilizar proyectiles de fósforo para atacar varias poblaciones del este del país en la disputada zona de Donetsk.
Según el jefe de la administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, las tropas rusas “han vuelto a utilizar proyectiles de fósforo en Maryinka, Krasnohorivka y Novomykhailivka”, de acuerdo a la agencia Interfax-Ukraine.
Kyrylenko aseguró que los ataques han provocado heridas a 11 residentes de la población de Maryinka, incluidos cuatro niños.
“Alrededor de 11 civiles heridos de la comunidad de Maryinka, incluidos nuestros niños, fueron trasladados al hospital de la ciudad de Kurakhiv”, indicó el responsable regional en su canal de Telegram.
Hoy también dos personas resultaron heridas en la cercana población de Ocheretyne por el fuego de las tropas rusas.
“Continuamos entregando agua potable y alimentos a los asentamientos de población que están en primera línea de fuego. Evacuaremos a todos los que quieran”, señaló Kyrylenko.
Esta no es la primera vez que los ucranianos han acusado al Ejército ruso de utilizar armas con fósforo.
No obstante, el Kremlin negó el 25 de marzo haber usado bombas de fósforo blanco, un arma química ilegal según la Convención de Armas Químicas de 1997.
Según la Convención de Armas Químicas de 1997, las bombas de fósforo blanco son un arma incendiaria ilegal que no puede usarse contra civiles.
Cuando el componente entra en contacto con el oxígeno, eso forma una densa columna de humo blanco, que se usa como pantalla. En el intertanto, estas armas generan chispas altamente inflamables.
Rusia es uno de los 193 países que ratificó esta convención.
Cruz Roja se alista para evacuar civiles
En medio de estas acusaciones, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo hoy que sus equipos en Ucrania está viajando con ayuda de emergencia y suministros médicos con dirección a Mariúpol.
Eso para estar listos mañana viernes y formar parte de la evacuación de los civiles atrapados en la asediada ciudad.
“Nuestros equipos están viajando ahora mismo con ayuda y suministros médicos para estar listos para facilitar el tránsito seguro de civiles fuera de Mariúpol. Por razones logísticas y de seguridad estaremos listos para conducir la operación mañana viernes”, comentaron desde la organización.
No obstante, la organización dijo que su participación en esta acción humanitaria dependerá de que “las partes acuerden los términos exactos, incluidas las rutas, la hora de inicio y la duración”.
“Nos estamos movilizando tan rápido como podemos, pero lo más pronto que hemos podido movernos para algo de esta magnitud implica que será para mañana”, explicó a EFE la portavoz del CICR, Crystal Wells.
“Nuestros equipos están desplazándose para intentar estar listos y en el lugar mañana, pero para esto será importante conocer los términos exactos (del acuerdo) y que se respete el cese el fuego”, detalló.
Mariúpol se ha convertido en el símbolo del sufrimiento de los civiles de Ucrania desde que empezó la invasión rusa, hace cinco semanas.
Allí han ocurrido algunos de los ataques que más condena internacional han suscitado, como los bombardeos de una maternidad donde había pacientes y personal, así como de un teatro donde se escondían cientos de personas.
La ciudad está cercada por tropas rusas desde hace un mes y con la excepción de una salida de civiles hace dos semanas (por sus propios medios y sin presencia de observadores internacionales), la población está atrapada desde el inicio del conflicto sin que se permita que ninguna ayuda humanitaria llegue a ellos.
Las autoridades municipales afirman que unos 160 mil civiles permanecen en la ciudad sin alimentos, agua, electricidad, calefacción o atención médica.
El Gobierno de Ucrania ha denunciado que hace dos semanas, cuando se permitió la salida de civiles, varios miles – incluidos niños – fueron conducidos a zonas del país controladas por las fuerzas rusas y a Rusia, sin informarles previamente de su destino.