El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recriminó hoy a los líderes europeos que las sanciones que han aprobado contra Rusia a lo largo de este mes de invasión han llegado “un poco tarde”, porque no han logrado evitar la guerra.
“Habéis aprobado sanciones. Estamos agradecidos. Estos son pasos poderosos. Pero fue un poco tarde. Porque si hubiera sido preventivo, Rusia no hubiera ido a la guerra”, dijo Zelenski a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, durante la intervención que hizo por videoconferencia en la cumbre que los Veintisiete celebraron hoy en Bruselas.
Un discurso que el presidente ucraniano hizo a los líderes europeos después de que éstos se reunieran con Biden, en la sede del Consejo Europeo.
Zelensky se dirigió a todos y cada uno de los líderes y cargó especialmente contra Alemania y, sobre todo, Hungría.
“Habéis bloqueado (el gasoducto) Nord Stream 2. Os estamos agradecidos. Y con razón. Pero también fue un poco tarde. Porque si hubiera llegado a tiempo, Rusia no habría creado una crisis del gas”, afirmó el mandatario, que previamente intervino también en las cubres de la OTAN y el G7 que también se celebraron este jueves en Bruselas.
Zelensky, mencionando a cada país por su nombre, afirmó que los países bálticos y del este de Europa “están con nosotros”.
“España, encontraremos puntos en común”, continúa el presidente ucraniano.
Y dejó a Hungría hacia el final. “Quiero detenerme aquí y ser honesto, de una vez por todas. (…) Escucha Víktor, ¿sabes lo que está pasando en Mariupol?”, le dijo a Orbán, el primer ministro húngaro.
“Yo he estado en Budapest (…) y vi el memorial ‘Zapatos en la orilla del Danubio”, en recuerdo de la persecución del grupo fascista húngaro Cruz Flechada contra los judíos.
“Mira esos zapatos. Y verán cómo los asesinatos en masa pueden volver a ocurrir en el mundo de hoy. Y eso es lo que Rusia está haciendo hoy. Los mismos zapatos. En Mariupol, hay la misma gente”, afirmó Zelensly.
“Tienes que decidir por ti mismo con quién estás”, le espetó, en referencia a la cercana relación de Orbán con el presidente ruso, Vladimir Putin.