Estas personas “no pueden irse por la destrucción de las vías, bloqueos o por la falta de información sobre a dónde dirigirse para encontrar seguridad y ayuda”, explicó en una videoconferencia desde Leópolis la representante de ACNUR en Ucrania, Karolina Lindholm.
Esta población, una vez que logre escapar de los lugares donde se encuentra, incrementará el número de desplazados y refugiados ucranianos.
La invasión de Rusia ha provocado en menos de treinta días el desplazamiento forzoso de 6,5 millones de personas y la huida del país de 3,7 millones de refugiados, según los últimos datos del ACNUR.
Lindholm dijo que aunque la ayuda internacional ha llegado de forma masiva, son las autoridades locales “las que lideran la respuesta humanitaria desde el primer minuto y lo están haciendo de una forma extraordinaria”.
Para hacer frente a la magnitud del desplazamiento interno, Lindholm sostuvo que está trabajando con responsables locales en la identificación de edificios y otras instalaciones que puedan ser convertidos en centros de recepción colectivos.
“Millones de personas necesitarán apoyo para tener un lugar donde vivir al mediano y largo plazo”, anticipó la representante del organismo.
“Ha pasado un mes desde que todo esto empezó y ahora es una crisis que evoluciona segundo a segundo”, agregó.