El último balance de rescatados fue confirmado por la responsable de la comisión del Parlamento de Ucrania para los Derechos Humanos, Liudmila Denisova, antes de denunciar el elevado número de personas que todavía siguen desaparecidas.
“Hasta ahora, sabemos que 130 personas han sido evacuadas, pero según nuestros datos, todavía hay más de 1.300 personas en estos sótanos, en este refugio antibombas. Rezamos para que todos estén vivos, pero hasta ahora no hay información sobre ellos”, declaró Denisova durante su comparecencia de este viernes, recogida por la cadena ucraniana Expreso.
El Ayuntamiento de Mariúpol denunció el miércoles la destrucción por parte de las fuerzas rusas del principal teatro de la ciudad. “El avión ha lanzado una bomba sobre un edificio en el que se escondían cientos de residentes pacíficos”, dijo a través de un mensaje en su canal de Telegram.
Según este mismo comunicado, la parte central del teatro y la entrada al refugio antibombas del edificio quedaron totalmente destruidos como consecuencia del ataque.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia negó cualquier tipo de implicación en lo ocurrido y acusó directamente al Batallón Azov, un grupo paramilitar ultraderechista, de ser responsable de esta “nueva provocación sangrienta”.
“Dado el peligro potencial para la vida de los civiles y la provocación que ya llevaron a cabo los nacionalistas el 9 de marzo con el hospital de Mariúpol, enfatizó el Ministerio ruso, sobre otro bombardeo contra el centro médico en la ciudad, declarado por la Unión Europea como un “atroz crimen de guerra”.