El Gobierno de Ucrania aseguró que 63 recintos asistenciales han sido atacados por Rusia desde el inicio de la invasión, resultando al menos cinco trabajadores de la salud fallecidos. Este miércoles, el presidente Zelensky denunció un ataque aéreo contra un hospital de Mariupol, donde hasta el momento se contabilizan tres muertos y 17 lesionados. De acuerdo al mandatario, esta acción demuestra un "genocidio" contra el pueblo ucraniano.

El ministro de Salud de Ucrania, Viktor Liashko, cifró en 63 los centros médicos atacados desde el inicio de invasión rusa. En ese sentido, informó que al menos cinco trabajados médicos fallecieron producto de estas acciones.

De acuerdo a la agencia de noticias UNIAN, otros 10 profesionales de la salud habrían resultado heridas graves tras los bombardeos emprendidos por Rusia.

Este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció que al menos 10 personas murieron y otras 16 quedaron heridas en un total de 18 ataques a hospitales y ambulancias.

Según el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Michael Ryan, cerca de mil centros de salud de diferente tamaño “están en primera línea de la guerra o a menos de 10 kilómetros”.

Ataque a hospital de Mariupol

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, denunció este miércoles un ataque aéreo ruso contra un hospital infantil de Mariupol.

“Hasta el momento, 17 personas están heridas. Se están limpiando los escombros. La gente se refugió cuando sonaron las sirenas antiaéreas. Los invasores rusos están lanzando bombas sobre nuestras ciudades ucranianas”, señaló al respecto.

Posteriormente, se confirmó que tres personas murieron, entre ellas dos menores.

Asimismo, aseguró que esta última agresión es prueba de un “genocidio” contra el pueblo ucraniano, por lo que instó a los demás países europeos a endurecer las sanciones contra el país liderado por Vladimir Putin.

Mariupol, una ciudad al sureste de Ucrania, tiene alrededor de 500 mil habitantes y ha sufrido constantemente los bombardeos rusos.

De hecho, las autoridades locales afirman que unas 1.300 personas de esa ciudad han muerto por ataques desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero pasado.