Los ucranianos que han tenido que dejar su país a consecuencia de la guerra ascienden ya a 1,73 millones.
De ellos, más de un millón se encuentran en la vecina Polonia, informó hoy la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Hungría ha recibido 180 mil refugiados ucranianos, Eslovaquia 128 mil, Rumanía 79 mil y Moldavia 82 mil.
A eso hay los que hay que sumar unos 53 mil que han huido a Rusia, según las estadísticas que actualiza a diario la agencia.
Acnur sigue estimando que el conflicto podría causar un éxodo de hasta cuatro millones de ucranianos, el equivalente a casi la décima parte de la población de ese país.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, advirtió este fin de semana que la crisis de refugiados en Ucrania es la que más rápidamente está aumentando desde la Segunda Guerra Mundial.
Kiev rechaza corredores humanitarios propuestos por Moscú<
El ejercito ruso anunció la apertura el lunes de varios corredores humanitarios.
Junto con ello informó del cese de ataques locales para evacuar a los civiles de las ciudades ucranianas de Járkov, Kiev, Mariúpol y Sumy, que enfrentan feroces combates.
Pero Kiev rechazó estos corredores cuyo destino para los evacuados era Rusia y Bielorrusia.
“Esta opción no es acceptable”, dijo la vice-primera ministra ucraniana, Iryna Verechtchouk.
Según ella, los civiles evacuados de las ciudades ucranianas “no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión a Rusia”.
Las fuerzas rusas habían evocado un “régimen de silencio” con “fines humanitarios” a partir de las 04:00 horas de este lunes en Chile.
El anuncio se da poco antes de la tercera ronda de conversaciones entre Kiev y Moscú, que se celebrará hoy, según Ucrania.
Esta jornada, el ejército ruso ha bombardeado ciudades ucranianas por aire, tierra y mar, con advertencias que preparan un asalto a la capital Kiev.
Las sanciones internacionales que apuntan a castigar a Moscú no han logrado frenar la invasión, y Washington admite que discute con Europa prohibir la importación de petróleo ruso.
Ese comentario llevó la cotización del crudo Brent a su precio más alto en 14 años, al tiempo que los mercados asiáticos caían el lunes.