El Gobierno de Rusia ha advertido que la decisión de Alemania de suspender la certificación del gasoducto Nord Stream 2, que no estará operativo a corto plazo, derivará en “daños irreversibles” para las relaciones entre ambos países.
Así se ha pronunciado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, quien ha apuntado que Alemania es la única responsable de las consecuencias de una acción “ilegítima”.
Una que, a su juicio, que “pone en cuestión su reputación como socio económico fiable”.
El Ejecutivo de Olaf Scholz paralizó la certificación del mega proyecto, operado por el gigante estatal ruso Gazprom.
Eso en respuesta a la ofensiva militar lanzada por Rusia en Ucrania.
“Es el clásico uso de un proyecto comercial como arma política contra nosotros”, ha lamentado Zajarova, según la agencia de noticias TASS.
En este sentido, ha lamentado que las autoridades alemanas hayan “caído en la tentación” de utilizar Nord Stream 2 como herramienta de presión.
A modo de defensa, la funcionaria señaló que, sin visos para que el gasoducto empiece a operar, Europa puede sufrir un “rápido” incremento de los precios del gas.
El giro alemán en sus relaciones con Moscú también ha conllevado autorizaciones para el envío de armas a Ucrania.
¿Lo último aprobado? Mil proyectiles anticarro y 500 misiles tierra-aire.
Los primeros equipos ya han sido entregados a las autoridades ucranianas, según fuentes del Gobierno de Alemania, citadas por la agencia de noticias DPA.