Estas medidas se suman a la paralización de transacciones del Banco Central de Rusia y la exclusión de varios bancos rusos de SWIFT anunciados ayer, así como a la financiación europea a la compra y entrega de armas y equipos militares a Ucrania.
La propuesta de la Comisión tiene que recibir la aprobación del Consejo (los países) antes de poder entrar en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la UE.
En una declaración a los medios Von der Leyen explicó que las restricciones en el espacio aéreo se aplicarán a aeronaves de propiedad rusa, registrado en Rusia o controlados por Rusia, esto es, de propiedad, fletado o controlado de otro modo por una persona jurídica o física rusa.
“Estos aviones ya no podrán aterrizar, despegar o sobrevolar el territorio de la UE. Esto se aplicará a cualquier avión. Así que permítanme ser muy clara: nuestro espacio aéreo estará cerrado a todos los aviones rusos y eso incluye los aviones privados de los oligarcas”, afirmó Von der Leyen.
La segunda medida, con la prohibición de las emisiones de Russia Today y Sputnik en la Unión Europea, va dirigida a frenar “la maquinaria mediática del Kremlin” y permitirá, dijo Von der Leyen, que los medios estatales y sus filiales no puedan “difundir sus mentiras para justificar la guerra de Putin y para sembrar la división en nuestra Unión”.
La Unión Europea también sancionará a Bielorrusia por colaborar con Rusia en su invasión de Ucrania mediante medidas de restricción de exportaciones de sus combustibles minerales hasta el tabaco, madera, cemento, hierro y acero, así como a los bienes con doble uso que pueden emplearse con objetivos militares.
“Además, sancionaremos a los bielorrusos que ayuden al esfuerzo bélico ruso”, apuntó Von der Leyen.
Bruselas continuará coordinándose con sus aliados para imponer sanciones, dijo Von der Leyen, que alabó una vez más el “liderazgo” del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y la “extraordinaria valentía y resistencia” del pueblo ucraniano.
“Son una inspiración para todos nosotros. Acogemos con los brazos abiertos a los ucranianos que tienen que huir de las bombas de Putin y estoy orgullosa de la cálida acogida que les han dado los europeos”, concluyó la presidenta de la Comisión, que compareció acompañada del alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.