Los líderes de la OTAN aseguraron este viernes que la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de invadir Ucrania, es un “terrible error estratégico” que su país pagará “durante años”, y afirmaron que seguirán realizando “los despliegues necesarios” para garantizar una disuasión y defensa fuertes y creíbles en toda la Alianza, “ahora y en el futuro”.
“La decisión del presidente Putin de atacar a Ucrania es un terrible error estratégico, por el que Rusia pagará un estricto precio, tanto económica como políticamente, durante años”, indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras una reunión de los líderes aliados por videoconferencia, en una cumbre convocada de urgencia por la guerra en Ucrania.
Añadió que “los objetivos del Kremlin no están limitados a Ucrania”, acotando que Putin incluso está pidiendo que se retiren tropas desde países que se unieron a la Alianza después de 1997. En este escenario, indicó que la OTAN reforzaría su flanco este y anunció el despliegue por tierra, mar y aire de estas fuerzas para responder a “cualquier contingencia”.
Las Fuerzas de Respuesta Rápida se componen de hasta 40.000 efectivos con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días y durante un máximo de 30. Hace justo un mes, Estados Unidos anunció que ponía en alerta a 8.500 tropas para apoyar una posible activación de las fuerzas de actuación rápida de la OTAN ante una agresión de Rusia.
Dentro de esta estructura se incluye las brigadas internacionales de las Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad, unos batallones de miles de efectivos que apoyados por fuerzas aéreas, navales y de operaciones especiales pueden desplegarse de urgencia para hacer frente a crisis militares.
Europa se enfrenta ahora a una “nueva normalidad” en materia de seguridad, agregó Stoltenberg, apuntando contra Rusia y Bielorrusia como los responsables.