“No especulemos. Por el momento no pensamos desplegar nada en ningún lugar”, dijo Rudenko, citado por Interfax, al contestar a una pregunta sobre la ayuda militar en Donetsk y Lugansk.
Rudenko señaló que Rusia puede recurrir al despliegue de tropas, en base al documento que hoy ratificaron los parlamentarios de ambas partes, si ve una amenaza para Donetsk y Lugansk.
“Si hay amenaza, entonces, por supuesto, prestaremos asistencia de acuerdo con el tratado que ha sido ratificado”, sostuvo.
Este lunes el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó sendos decretos en los que reconoce la independencia de las dos regiones separatistas, un paso condenado por la comunidad internacional como vulneración de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.
El paso agrava aún más la confrontación de Rusia con Occidente, sobre todo porque, en virtud de los decretos, Putin deja la puerta abierta al envío de tropas a Donetsk y Lugansk para ejercer “funciones de pacificación” en los territorios separatistas.
Los textos de los acuerdos bilaterales entre Rusia y Lugansk y Donetsk implican también la protección de sus fronteras conjuntamente con Rusia y la posibilidad de utilizar bases militares e infraestructura militar.
Uno de los artículos de dichos tratados establece expresamente que, a fin de garantizar la seguridad, la paz y la estabilidad, cada una de las partes otorgará a la otra el derecho de construir, utilizar y mejorar su infraestructura militar y las bases militares en su territorio.
Las formas de ejecución de ese derecho estarán sujetas a otros convenios separados.
Además, las partes de los acuerdos tomarán las medidas a su alcance para luchar conjuntamente “contra actos de agresión por parte de otros países o grupos de países y prestar mutuamente “la ayuda necesaria, incluida la militar”.
Los firmantes de los documentos celebrarán asimismo consultas urgentes “cuando una de las partes considere que existe una amenaza de ataque” a fin de garantizar conjuntamente la seguridad de la parte amenazada, reza el documento.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó hoy que Rusia “sigue abierta al diálogo (…) Pero queremos saber sobre qué vamos a dialogar. Si se trata de humillar a Rusia y echarle la culpa de todo, no pude haber ningún diálogo”.