Rusia demanda la retirada de las fuerzas extranjeras y de su armamento de Bulgaria y Rumania, punto incluido en las garantías de seguridad que exige Moscú.
Esto, para evitar la expansión de la OTAN y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de sus fronteras, afirmó hoy el Ministerio de Exteriores de Rusia.
“Se trata de la retirada de las fuerzas extranjeras, equipamiento bélico, armamento. Tienen el objetivo de retornar al estado existente en 1997 en los países que no eran miembros de la OTAN en aquel momento. Entre ellos están Bulgaria y Rumanía”, señaló la entidad diplomática.
Según el Ministerio de Exteriores las propuestas rusas “fueron formuladas de un modo totalmente preciso que no admite ningún tipo de doble interpretación”.
En los últimos años, Rusia acusó a la OTAN de incrementar su presencia militar y el despliegue de armamento cerca de sus fronteras.
Esto, desde los tres países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- hasta Polonia, Rumanía y Bulgaria. Se trata de elementos estratégicos que Moscú considera una amenaza directa para su seguridad.
En particular Rusia condenó el emplazamiento de elementos estratégicos del escudo antimisiles de la OTAN en Rumanía. Lo anterior, ya que estos pueden ser remodelados fácilmente para ser usados como lanzaderas de misiles.
Fronteras de Bulgaria y Rumania
Moscú divulgó en diciembre pasado los borradores del tratado y el acuerdo que propone a EEUU y la OTAN, respectivamente.
Esto, para abrir una nueva era de seguridad que ponga fin a la inestabilidad que trajo. Según el Kremlin, el fin de la Guerra Fría y la hegemonía en solitario de Washington sobre el globo.
En una propuesta sin precedentes, ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países.
Rusia propuso a su vez a la OTAN un acuerdo de nueve puntos en el que destacan las demandas de que el bloque desista de “toda actividad militar” en territorio de Ucrania y de varios países de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central.
El tratado con Washington también le obligaría a descartar una futura expansión de la OTAN hacia el este renunciando a aceptar en el seno de la Alianza a todas las antiguas repúblicas soviéticas.
Las propuestas rusas fueron calificadas de ultimátum por Occidente, que sin embargo, ha defendido la posibilidad del diálogo diplomático para rebajar las tensiones en la frontera con Ucrania ante la amenaza de una invasión rusa.