El crimen contra David Amess conmocionó al país, recordando el trauma por el asesinato de la diputada laborista Jo Cox en junio de 2016, cometido por un extremista de derecha, justo antes de la votación del Brexit.
Ali Harbi Ali está acusado de asesinar a puñaladas a Amess, diputado conservador de 69 años, que el 15 de octubre estaba reunido con sus electores en una iglesia metodista de Leigh-on-Sea, unos 60 kilómetros al este de Londres.
También está imputado por “preparación de actos terroristas” entre el 1 de mayo de 2019 y el 28 de septiembre de 2021.
El acusado compareció durante media hora ante el tribunal de Old Bailey, en Londres, que se encarga de causas penales.
Ali Harbi Ali, vestido con una camiseta azul y un pantalón deportivo, mantuvo los brazos cruzados en todo momento y portó una mascarilla. Sólo se expresó para confirmar su identidad ante el tribunal y para señalar que se declaró no culpable.
El acusado fue puesto en prisión preventiva a la espera del inicio del proceso el próximo 21 de marzo.
El trauma por la muerte de David Amess
Ali Harbi Ali –detenido en el lugar de los hechos– nació y creció en Londres, en una familia de origen somalí.
Según los medios británicos había sido vigilado por un programa de las autoridades contra la radicalización, pero sin ser considerado como un perfil de riesgo por los servicios de seguridad.
En el caso, la policía citó “una motivación posiblemente vinculada al extremismo islámico” y la fiscalía evocó “motivos tanto religiosos como ideológicos”.
El Reino Unido sufrió varios ataques yihadistas con cuchillo, algunos de ellos reivindicados por el grupo Estado Islámico. Desde la muerte de Amess no hubo ninguna atribución.
Un mes después del asesinato del diputado y después de la explosión de un taxi delante de un hospital en Liverpool, que la policía calificó como un ataque, el gobierno subió el nivel de amenaza “terrorista” en su territorio a la categoría de “grave”, el segundo más alto.
La diputada de 41 años murió tras ser baleada y apuñalada por un extremista de derecha de 53 años llamado Thomas Mair, justo antes de la votación del Brexit sobre la continuidad en el bloque europeo.
Tras el asesinato de Amess, su familia llamó a “dejar de lado el odio y trabajar por la unidad”, destacando que el diputado era un “hombre de paz”.
Varios de sus pares del parlamento afirmaron que recibieron amenazas de muerte y algunos consideraron dejar la política.