Es un nuevo golpe para los conservadores en el Reino Unido. El partido de Boris Johnson perdió frente a los liberaldemócratas en unas elecciones parciales en el norte de Shropshire, en el centro del país, por 18.000 votos contra 12.000, con una participación del 46,2%.
Se trata de una derrota dolorosa para Boris Johnson, y muy simbólica porque North Shropshire era uno de los bastiones tradicionales de su sector político. Era conservador desde hacía 200 años.
Se ha producido una oscilación de voto hacia los liberaldemócratas del 34%, un récord también, que refleja la pérdida de popularidad de Johnson en el país y lo más importante, la pérdida de credibilidad.
Serie de escándalos
La popularidad de Johnson ha caído seis puntos hasta el 33% después de los últimos escándalos como las fiestas navideñas ilegales en Downing Street durante el confinamiento, o los sobresueldos de algunos diputados conservadores. Precisamente fue la dimisión de uno de ellos, Owen Paterson, que había sido suspendido de forma temporal, lo que provocó esta elección en medio de la legislatura.
“Boris Johnson, la fiesta se acabó”, fueron las primeras palabras de la nueva diputada por el centro de Inglaterra, Helen Morgan. Esta liberaldemócrata ganó cómodamente el antiguo escaño de Paterson, sospechoso de haber vinculado a empresas privadas con miembros del gobierno por 117.000 euros al año (más de 112 millones de pesos), además de su salario parlamentario. El primer ministro había intentado inicialmente protegerlo.
Desde entonces, ha habido una avalancha de escándalos. Otro diputado tory, Sir Geoffrey Cox, ha sido implicado, esta vez acusado de trabajar para un paraíso fiscal caribeño. El último caso para Boris Johnson son las acusaciones sobre las fiestas navideñas del gobierno durante el cierre. Se está llevando a cabo una investigación.
Amenaza interna
Los votantes castigan a los tories, escribe The Times. Esta victoria del Partido Liberal Demócrata demuestra que el primer ministro está en desventaja. ¿Podría sobrevivir a otro escándalo? No, según un diputado conservador en SkyNews este viernes por la mañana.
El mar de fondo son la mala gestión de la pandemia y el Brexit, que no está funcionando. Quedan todavía tres años para las elecciones generales, pero la verdadera amenaza para el primer ministro está dentro de su partido, en la facción radical que ya hizo caer a Theresa May y lo puso a él como líder.
Cien diputados de esta facción votaron contra Johnson y las nuevas restricciones este martes 15 de diciembre. Algunos de ellos ya han empezado a pedir una moción de censura.