Australia y el Reino Unido firmaron este viernes un tratado de libre comercio (TLC).
Es el primero que se completa “desde cero” tras la salida del país británico de la Unión Europea (UE).
El pacto comercial levantará los aranceles de manera inmediata al 99% de las exportaciones australianas.
Además, recortará las tasas de importación de numerosos productos británicos, como automóviles, bebidas alcohólicas o cosméticos, entre otros.
“Este es el acuerdo de libre comercio más completo y ambicioso que ha concluido Australia”, indicó en un comunicado el primer ministro australiano, Scott Morrison.
“Demuestra el compromiso de nuestros países con el libre comercio como motor del crecimiento económico y relaciones bilaterales más sólidas”, añadió.
El TLC, cuyo principio de acuerdo se anunció en junio en Londres, fue sellado formalmente hoy durante una ceremonia virtual en la que participaron el ministro australiano de Comercio, Turismo e Inversión, Dan Tehan; y la secretaria británica de Comercio Internacional; Anne-Marie Trevelyan.
La representante británica señaló en un comunicado que el acuerdo demuestra “lo que el Reino Unido puede lograr como una nación comercial soberana ágil e independiente”.
“Este es solo el comienzo, ya que nos ponemos en pie y aprovechamos las oportunidades sísmicas que nos esperan en el escenario mundial”, complementó.
Trevelyan remarcó que este es un “acuerdo comercial histórico” y “el primero desde cero desde que abandonamos la UE”.
Beneficios modestos
Reino Unido ha firmado otros acuerdos y principios de acuerdo tras el Brexit, pero estos proceden de los términos comerciales de los que disfrutó mientras estuvo en la UE.
Sin embargo, los beneficios comerciales estimados por ambos países son modestos.
El Reino Unido ha estimado previamente que el TLC podría aumentar su PIB en alrededor de €790 millones (casi $758 mil millones).
Por su parte, los modelos de Australia sugieren que su economía podría verse impulsada en alrededor de €1.150 millones.
La relación comercial entre el Reino Unido y Australia alcanzó en 2020 un valor de €23.664 millones de euros, y ambas partes esperan expandir esta cantidad.