El polemista de extrema derecha Eric Zemmour hizo oficial su candidatura a las elecciones presidenciales francesas de abril de 2022 en un vídeo de diez minutos publicado en las redes sociales, con un discurso de tintes apocalípticos y nostálgicos. Este anuncio, ampliamente esperado, se produce tras varios meses de agitada precampaña para este controvertido y mediático escritor superventas, de 63 años y sin trayectoria política.
“Ya no es el momento de reformar Francia, sino de salvarla. Por eso he decidido presentarme a la presidencia”, dijo en el dramático y nostálgico vídeo el polemista de extrema derecha Éric Zemmour.
La candidatura de este controvertido y mediático escritor superventas, de 63 años y sin trayectoria política, era un secreto a voces, pero se produce en un momento en que su fulgurante progresión empieza a estancarse en los sondeos.
A golpe de polémicas, con sus furibundas críticas al islam, la inmigración y a lo políticamente correcto, Zemmour se volvió una cara conocida en el panorama mediático desde los años 2000, impulsado por la cadena CNews del magnate Vincent Bolloré.
Su dominio de la imagen lo demostró de nuevo en este video de 10 minutos, en el que traza un paralelo visual con el llamado a la resistencia del general Charles de Gaulle en 1940 y apela a las emociones de los ciudadanos.
Aunque sin un gran partido detrás, a “Z”, como le llaman sus seguidores, le comparan con Donald Trump. La portada de su último libro “Francia no dijo su última palabra” recuerda además a otro del polémico presidente estadounidense.
“Nos ha vendido que era el Trump francés. Es un Trump encargado en Wish, esta plataforma de falsificaciones que vende cosas que no funcionan, que son falsas”, dijo en Europe 1 el portavoz del gobierno Gabriel Attal.
El vocero gubernamental cuestionó además su “capacidad para representar” Francia después de que su abucheada visita el sábado a Marsella terminara con un intercambio de gestos obscenos -dedo de en medio levantado- con una transeúnte.
Aunque después calificó el gesto de “poco elegante”, representa el colofón de una gira marcada por las polémicas, como cuando apuntó con un fusil a periodistas e indignó a los supervivientes de los atentados del 13 de noviembre de 2015.
“Gran reemplazo”
Pese a que la principal preocupación de los franceses es el poder adquisitivo, sus propuestas se centran en la inmigración, a la que considera artífice de un intento de acabar, a su juicio, con la “identidad francesa”, a través del “gran reemplazo”.
“Ustedes se sienten extranjeros en su propio país”, asegura Zemmour en el video, en el que entremezcla imágenes de la Francia de los “Treinta Gloriosos”, los años de crecimiento económico posguerra, con videos de violencia y migrantes.
Este hombre, cercano a dirigentes iliberales de Europa como el húngaro Viktor Orban, ya propuso un referéndum sobre la inmigración, suprimir la reagrupación familiar y prohibir que se den nombres extranjeros a los niños.
Sus propuestas más radicales suscitaron la indignación de la clase política, pero no impidió que sus temas protagonizaran el debate político y desplazaran este último hacia postulados de derecha y extrema derecha.
Zemmour consiguió así progresar en los sondeos, que auguraban incluso su paso al balotaje en detrimento de la tradicional candidata de ultraderecha, Marine Le Pen. Pero el auge parece estancado y el último sondeo lo sitúa detrás de Macron y Le Pen.
El anuncio de su candidatura irrumpe en pleno proceso de elección del aspirante del partido otrora gobernante de la derecha tradicional, Los Republicanos, a la presidencial de abril, prevista esta semana y a la que robó el protagonismo.
A partir de las 20:00 (16:00 en Chile), Zemmour debe ser entrevistado en la principal cadena privada TF1, una hora antes de que los cinco presidenciables de Los Republicanos participen en su último debate en la televisión pública France 2.
Su primer mitin electoral tendrá lugar a primera hora de la tarde del domingo en la sala de espectáculos Zénith de París. Organizaciones antifascistas y de izquierda ya convocaron una manifestación para “hacer callar a Zemmour”.
Tras la confirmación de su candidatura, este hombre criado en el seno de una modesta familia judía de origen argelino, debe ahora reforzarla con la búsqueda de apoyos políticos y económicos, tras perder los del financiero Charles Gave.
Condenado en dos ocasiones por discursos de odio contra árabes, negros y musulmanes, testimonios de mujeres recabados por el sitio Mediapart lo acusan también de agresión sexual, aunque no se anunció ninguna denuncia en su contra.