Los líderes europeos ovacionaron de pie este viernes a la canciller alemana, Angela Merkel, al inicio de la cumbre en Bruselas, que será su 107ª y última, tras dieciséis años en el poder”, informaron fuentes cercanas.
“Espero que no se moleste por esta ceremonia en su ultima cumbre”, le indicó Charles Michel, presidente del Consejo. Los encuentros de los Veintisiete “sin Angela (Merkel) es como Roma sin el Vaticano o París sin la Torre Eiffel”, prosiguió el dignatario comunitario.
“Tu despedida de la escena europea nos afecta políticamente, pero también nos llena de emoción. Eres un monumento”, declaró Charles Michel, destacando “la sabiduría” del Canciller, que los europeos echarán de menos “especialmente en tiempos difíciles”.
Los jefes de Estado y de Gobierno habían elogiado previamente el espíritu de compromiso de la política alemana sobre su marcha, como el austriaco Alexander Schallenberg que la describió como una “pacificadora en la UE” o el luxemburgués Xavier Bettel para quien ella era “una máquina del compromiso”.
Para esta última cumbre, en la que Polonia acapara todas las conversaciones por sus presuntas violaciones del Estado de derecho, Merkel volvió a dejar su marca al abogar por el diálogo con Varsovia.
Los dignatarios europeos entregaron a la canciller un obsequio que representa el edificio donde se celebran las cumbres europeas.
Durante su discurso, Michel también rindió homenaje al sueco Stefan Löfven, quien dejará en noviembre su cargo de primer ministro, que ocupaba desde 2014.
“Usted marcó nuestros encuentros con su presencia fuerte y tranquilizadora”, señaló Michel a Löfven, agradeciendo también su compromiso con el “progreso social”, según la misma fuente.