Nubes de espesa ceniza procedente del volcán Cumbre Vieja obligaron al aeropuerto a interrumpir sus actividades el jueves por la mañana, por segunda vez desde su erupción el 19 de septiembre en la isla en el archipiélago atlántico de Canarias, situado frente a Marruecos, al sudeste de España.
“El #Aeropuerto de #LaPalma recupera la operatividad”, indicó el operador aeroportuaria AENA, agregando que continuaban “las labores de limpieza en las zonas que aún no están operativas”.
Poco después, la aerolínea canaria Binter afirmó que reanudó los vuelos desde y hacia la isla.
“Binter informa de que ha reiniciado su programación de vuelos con la isla de La Palma, dada la mejoría de las condiciones meteorológicas por el comportamiento reciente de la nube de cenizas”, indicó la compañía en un comunicado.
La erupción del volcán no ha causado ninguna víctima, pero sí ha dejado graves daños y provocado la evacuación de 6.000 personas, algunas de las cuales perdieron todas sus pertenencias por la lava.
Las coladas destruyeron más de 1.100 edificios y han cubierto una superficie de 480 hectáreas, según las autoridades.
Esta es la tercera erupción de un volcán en La Palma en el último siglo, luego de la del San Juan en 1949 y la del Teneguía en 1971. Ambas dejaron en total tres muertos, dos de ellos por inhalación de gases tóxicos, aunque causaron menos daños que la del Cumbre Vieja, ya que en esas décadas la isla estaba menos poblada.
Nuevas coladas de lava
Muy temprano este sábado, parte del cono del volcán se derrumbó, lo que provocó la emisión de nuevas coladas de lava en varias direcciones, dijo el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
“Parece que ha derrumbado parte del cono (….) Eso ha dado salida a dos coladas distintas, una un poquito más al norte y la otra que transcurre en el mismo sitio donde hemos tenido en los días anteriores, pero con un volumen superior que se ve que está desbordando en algún momento la colada antigua”, declaró Stavros Meletlidis, vulcanólogo del IGN, a Radio Nacional de España (RNE).
El director técnico de Cocelca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), Ángel Morcuende, indicó que el desbordamiento de la parte baja de la colada ha continuado su avance y amenaza una zona industrial.
“Tenemos una tercera colada más al sur, que se está pegando a la colada principal y que ahora es la que más nos preocupa”, señaló, agregando que hay una “masa de lava importante”.
Los expertos advierten además del riesgo de que la lava que ha llegado al mar, y que ha formado una capa de 32 hectáreas, colapse al haber superado los límites de la plataforma de la isla.
“Al haberse alcanzado el límite de la plataforma insular, si continúa el avance a profundidades mayores, se podría producir un derrumbe que podría estar acompañado de la liberación brusca de gases, explosiones magmáticas y generación de olas”, dijo María José Blanco, directora del IGN.
El viernes, Covelca señaló que el nuevo ramal de la colada “ha dañado principalmente la zona agrícola, que ya alcanza las 120 hectáreas de cultivos, la mitad de ellas de plataneras (59,39 ha), seguido por viñas (33 ha) y aguacate (7,39 ha), entre otros”.