El líder opositor ruso Alexei Navalny y la expresidenta transitoria de Bolivia Jeanine Áñez fueron nominados este martes al premio Sájarov a la libertad de conciencia que cada año otorga el Parlamento Europeo, candidaturas que se unen a la de las mujeres afganas tras la toma de los talibanes del poder en su país.
La candidatura de Navalny, encarcelado tras sobrevivir a un envenenamiento con un agente químico, ha sido impulsada por el grupo liberal en el Parlamento Europeo, Renovar Europa, que en un comunicado definió al opositor como “el hombre al que más teme Vladimir Putin” y recordó el trabajo del activista en defensa de las reformas anticorrupción en Rusia.
“Alexei Navalny lucha por todo lo que la UE representa en el mundo: la democracia y el Estado de derecho, la verdad y la libertad. Cosas que damos por sentadas con demasiada frecuencia, pero en su propio país, la Rusia de Putin, esa lucha casi le ha costado la vida”, dijo el eurodiputado liberal Guy Verhofstadt, que subrayó que el activista es un símbolo para muchos “rusos de a pie que temen hablar y que merecen el apoyo de nuestra Unión Europea”.
Por su parte, la candidatura de la boliviana Áñez llega del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos al cumplir seis meses de prisión e instó en un comunicado a que la Unión Europea envíe “un fuerte mensaje de apoyo a las fuerzas democráticas y a los disidentes en Bolivia”.
La expresidenta interina, quien cumplió este lunes seis meses en detención preventiva, tiene abiertas varias causas como el caso conocido como “golpe de Estado” en el que se le acusa de los delitos de sedición y terrorismo.
“El encarcelamiento de la señora Áñez representa una clara violación de los valores democráticos, una ruptura del Estado de derecho y una falta de respeto a los derechos humanos, así como una vulneración del principio de tutela judicial efectiva”, dijo el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, que había impulsado su candidatura.
Navalny y Áñez competirán por el premio con la candidatura de los socialdemócratas, que anunció recientemente su nominación a un colectivo de mujeres afganas en el área del activismo, la política, la enseñanza o el periodismo.
Este premio, cuyo ganador de esta edición se anunciará en el pleno del Parlamento Europeo en diciembre, lleva desde 1988 homenajeando a personas y organizaciones de todo el mundo por su contribución en el ámbito de los derechos humanos y la protección de la libertad de conciencia.
En años recientes, el premio ha recaído en la oposición bielorrusa a Alexander Lukashenko, la disidencia uigur en China, la oposición venezolana o dos refugiadas yazidíes víctimas de la violencia del Estado islámico.