El gobierno de Bélgica decretó este viernes una jornada de duelo nacional el 20 de julio por las víctimas de las inundaciones que, de acuerdo a un balance oficial provisorio, dejaron 20 personas muertas.
“Aún esperamos un balance definitivo, pero estas son las inundaciones más catastróficas que nuestro país haya conocido jamás”, dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo.
Por su parte, la ministra belga de interior, Annelies Verlinden, informó que el saldo de víctimas se elevaba a 20 muertos y 20 desaparecidos.
Más de 120 personas perecieron hasta ahora a raíz de las lluvias torrenciales en zonas de Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Holanda.
En Bélgica cesaron las lluvias y las aguas lentamente han comenzado a bajar. Por esto, miles de agentes de policía, bomberos y tropas del ejército participan en misiones de rescate y evacuación en áreas inundadas.
Más de 21.000 personas seguían este viernes sin electricidad en Bélgica, según el gerente de las redes de abastecimiento de electricidad y gas en Valonia (Ores), quien apuntó que 300 cabinas de distribución resultaron anegadas.
El agua también se consideró inadecuada para beber debido a las condiciones climáticas en varios municipios de la provincia de Lieja.
Según la policía federal belga, decenas de tramos de carreteras permanecen cerrados al tránsito de vehículos y la mayor parte del tráfico ferroviario se interrumpió en Valonia.
La red ferroviaria Thalys, en tanto, informó que este viernes tampoco habría trenes entre Bélgica y Alemania.