Un agente de la Policía Metropolitana de Londres acusado del secuestro y del asesinato de Sarah Everard, una joven británica hallada muerta tras desaparecer en marzo cuando regresaba a casa, admitió este martes haberla raptado y violado.
Wayne Couzens, de 48 años y padre de dos hijos, compareció en un tribunal de Londres por un enlace de video para declararse culpable de los cargos de secuestrar y violar a Everard. Esta confesión llega una semana después de que un examen post mortem concluyera que la joven murió por compresión del cuello.
Sarah Everard desapareció el pasado 3 de marzo en el sur de la capital británica cuando regresaba de noche a su domicilio, en el barrio de Brixton, tras visitar a una amistad.
Su cuerpo fue hallado una semana después escondido en una zona boscosa de Ashford, en el condado inglés de Kent, pocas horas después de la detención de Couzens, agente en activo encargado de patrullar recintos diplomáticos.
El policía, que afronta la próxima audiencia de declaración de culpabilidad en julio, será juzgado en octubre en el tribunal penal londinense de Old Bailey, y hasta entonces permanecerá en prisión preventiva.
El caso de Sarah Everard conmocionó a la sociedad británica y congregó en varias protestas a miles de mujeres que salieron a reclamar calles seguras y libres de violencia.
El suceso levantó escepticismo contra la policía, cuya intervención para disolver un homenaje a la joven, desautorizado por las restricciones de la pandemia, despertó numerosas críticas al difundirse imágenes de agentes esposando y llevándose a la fuerza a algunas de las participantes en el acto.