La avalancha migratoria registrada en Ceuta a lo largo de este lunes, que ha sumado 5.000 personas desde anoche, según la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma del enclave, no tiene precedente en España ni siquiera en los años más críticos de las crisis migratorias registrados en las Islas Canarias o en el Estrecho de Gibraltar, según los datos recogidos por Efe.
El anterior récord se había alcanzado en noviembre del año pasado, cuando en un solo fin de semana arribaron a las costas de las Islas Canarias 2.188 emigrantes a bordo de 58 pateras o cayucos; de ellos, 1.461 llegaron en una sola jornada, cifra esta última que ha sido prácticamente duplicada hoy.
Ni en 2018, año que supuso un “peak migratorio” con 57.500 entradas irregulares en todo el territorio nacional, se alcanzó esa cifra en un solo día, ni tampoco en 2006, en la conocida como “crisis de los cayucos”, que llevó a Canarias a 32.000 emigrantes.
En lo referente a Canarias, las pateras y cayucos no solo procedían del Sáhara Occidental, controlado por Marruecos, sino también de Mauritania y hasta de Senegal.
Otro momento crítico se vivió en agosto de 2014: en la sola jornada del día 12, 920 personas llegaron a las costas del sur de España, procedentes de las de Tánger y a bordo de 94 pateras, aprovechando que en ese día hubo “ciertas disfunciones”, como dijo entonces el ministro marroquí del Interior, Mohamed Hasad, y que se tradujeron en la desaparición de la vigilancia de los agentes marroquíes de sus costas.
Aquellas “disfunciones” se debieron, según reconocieron fuentes diplomáticas españolas en su momento, al enfado que produjo al rey Mohamed VI el encontronazo que había tenido con una lancha de la Guardia Civil española en aguas cercanas a Ceuta un día antes; al parecer, un agente español exigió al rey identificarse por su presencia a bordo de una moto náutica en aguas de Ceuta, lo que enojó al monarca.
En el caso de la avalancha migratoria de hoy, no hay todavía explicaciones oficiales por parte española ni marroquí: varias fuentes en Rabat y en Madrid atribuyen lo sucedido al actual momento de crisis entre los dos países por la hospitalización del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en la ciudad de Logroño, pero la ministra española de Exteriores, Arancha González-Laya, declaró al respecto: “No me consta”.
El gobierno español se ha limitado a anunciar el envío de 200 agentes de la Policía y la Guardia Civil para reforzar el control fronterizo en Ceuta, sin pedir explicaciones a Marruecos, mientras que el gobierno marroquí ha mantenido un mutismo absoluto durante toda la jornada.
En declaraciones a EFE esta noche, la ministra González-Laya avanzó que el Gobierno ya ha puesto los medios para asegurar la fronteras de la ciudad autónoma y para devolver a Marruecos a las personas que han entrado ilegalmente “siguiendo los protocolos en vigor”, tal y como, ha añadido, ya se ha hecho esta misma tarde con alrededor de un centenar de migrantes.