El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró que Rusia amenaza abiertamente a Ucrania con su destrucción, al tiempo que un diplomático ucraniano no descartó que el país, si no logra ingresar a la OTAN, recurra a las armas nucleares para garantizar su defensa, en medio de fuertes tensiones con Moscú.
“Amenazan abiertamente a Ucrania con una guerra y con destruir al Estado ucraniano”, declaró Kuleba durante una conferencia de prensa conjunta con sus tres homólogos de los países bálticos (Estonia, Lituania y Letonia), que viajaron a Kiev para manifestar su solidaridad.
“La línea roja para Ucrania es la frontera de su Estado. Si Rusia viola esta línea roja, sufrirá”, advirtió Kuleba.
El ministro pidió a los países occidentales que impusieran nuevas sanciones a Moscú si se produjera este escenario.
“Condenamos el empeoramiento de la situación (provocado) por Rusia y las acciones y declaraciones de Moscú, que quiere aumentar la tensión militar y lastrar los esfuerzos diplomáticos”, añadió.
Kiev teme que las autoridades rusas intenten provocar un pretexto que justifique una intervención militar de Rusia en el este de Ucrania.
Opción nuclear
Por su parte, el embajador de Ucrania en Alemania, Andriy Melnyk, dijo en entrevista con Deutschlandfunk que su país está barajando la posibilidad de adquirir armas nucleares si finalmente no logra convertirse en miembro de la OTAN.
“O somos integrados a una alianza como la OTAN y contribuimos de esa forma a hacer más fuerte a Europa, o no nos dejan más opciones que armarnos por nuestra cuenta”, sostuvo.
A su juicio, Kiev debería repensar su estatus atómico. “¿Cómo podemos, si no, garantizar nuestra defensa?”, preguntó.
Melnyk enfatizó que no solo se necesitan expresiones de solidaridad, sino también sistemas de armas de última generación de Occidente para poder defenderse. “Quizás también se debería pensar en un estado nuclear”, indicó.
En 1994, Kiev renunció a quedarse con las bombas atómicas que seguían en su territorio desde los tiempos soviéticos. A cambio, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos se comprometieron a garantizar la integridad territorial ucraniana.
El Kremlin, en tanto, asegura que sus fuerzas no amenazan a nadie y ha denunciado “provocaciones” ucranianas. En las últimas semanas, Moscú desplegó decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania y en la península de Crimea, anexionada en 2014 a la Federación Rusa. Según Rusia, se trata de “ejercicios militares” en respuesta a las acciones “amenazantes” de la OTAN.