Las autoridades rusas amenazan con alimentar por la fuerza al opositor Alexéi Navalni, en huelga de hambre en el centro penitenciario donde se encuentra detenido.
“Pesa 77 kilos”, es decir ocho menos desde que empezó la huelga del 31 de marzo. Así lo señaló la cuenta @navalny y agregó que “visto lo serio de la huelga de hambre, la administración lo amenaza a diario con alimentarlo por la fuerza”.
La alimentación forzada de un preso en Rusia es autorizada por la ley y puede hacerse oralmente, por vía rectal o por intubación. Semejante tratamiento es considerado como una forma de tortura por militantes de derechos humanos.
Navalni anunció el 31 de marzo la decisión de dejar de alimentarse, en protesta por su detención en el campo número 2 de Pokrov.
El opositor regresó a Rusia en enero tras cinco meses de convalecencia en Alemania de un envenenamiento que sufrió en agosto.
Al llegar a suelo ruso, fue inmediatamente detenido y luego condenado a dos años y medio de cárcel por asunto de fraude que considera como político.