El primer ministro francés, Jean Castex, anunció el jueves un nuevo confinamiento de un mes en París y otras regiones para combatir un rebrote de covid-19 que tiene a los hospitales cerca del colapso.
Los negocios no esenciales volverán a cerrar sus puertas y los desplazamientos serán restringidos en las regiones afectadas, pero las escuelas permanecerán abiertas y se permitirá el ejercicio al aire libre en un radio de 10 kilómetros alrededor del domicilio.
“Estamos adoptando una tercera vía, una vía que debería permitir frenar sin encerrar”, dijo Castex en una rueda de prensa transmitida en directo por televisión.
Además de la región de París, una de las más densas con 12 millones de habitantes, las otros territorios afectados por las nuevas medidas incluyen Altos de Francia, en el noreste del país, donde está ubicada la ciudad de Lille.
Estas medida tomadas por “al menos cuatro semanas”, podrían extenderse a otras regiones del país si la situación se deteriora, apuntó Castex.
Después de dos confinamientos nacionales que paralizaron la economía del país, el ejecutivo francés apuesta ahora por un enfoque territorializado en la gestión de la crisis.
Desde hace unas semanas ya está en vigor un confinamiento los fines de semana en el turístico departamento de los Alpes Marítimos (sureste), donde se encuentra Niza, y en el departamento de Pas-de-Calais (norte), frente a las costas británicas.
Paralelamente, Castex anunció que Francia reanudará el viernes la vacunación con AstraZeneca, luego de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) determinó que esa vacuna es “segura y eficaz”.
“Me vacunaré con esta vacuna para demostrar que podemos confiar plenamente en ella”, afirmó Castex.
Hace casi exactamente un año, el presidente Emmanuel Macron ordenó un primer confinamiento nacional en Francia, que fue de los más estrictos del mundo, seguido de otro a finales de octubre.
Más de 91.000 personas han muerto en Francia por el covid, según un recuento oficial.