Según el primer ministro francés, Jean Castex, “ha llegado el momento de estudiar modalidades para la región de parisina”, donde “se reúnen los datos” para un posible confinamiento, dijo en una entrevista en el canal BFMTV el martes 16 de marzo. Se esperan anuncios.
En Francia, se cumple un año del inicio del primer confinamiento debido a la pandemia de Covid-19 que, por el momento, dejó más de 90.000 fallecidos en el país.
Este primer aniversario se vive en plena tercera ola de la epidemia en Francia, en palabras del primer ministro Jean Castex, que estudia imponer nuevas restricciones a la región parisina.
Si bien Emmanuel Macron en persona, debe tomar y anunciar la decisión en las próximas horas, Castex ya prepara los ánimos para un endurecimiento de las restricciones: “Veremos cuál será el perímetro geográfico que aplicaremos, veremos cuáles son las medidas que será oportuno adoptar. Pero en todo caso, me parece que efectivamente, ha llegado el momento de examinar disposiciones para la región parisina”.
Hace algunas semanas, el presidente francés se mostraba reticente ante la perspectiva de un nuevo confinamiento, dándose un plazo suplementario y cruzando los dedos para una mejora del panorama pandémico.
Pero frente a una esperanza que pareciera alejarse cada día más, y los índices alarmantes que nuevamente han puesto a los servicios de urgencia contra las cuerdas y los servicios de reanimación prácticamente saturados, Macron pareciera haber cambiado de tono, tras consultar a los expertos del Comité Científico, reconociendo que “es el virus quien controla la agenda”.
El mandatario afirmó que las nuevas decisiones serían aplicadas de manera proporcionada, por lo cual se especula sobre la posibilidad de un confinamiento parcial en la región parisina.
Primeras evacuaciones de enfermos de covid en la región capital
¿Habrá un nuevo confinamiento en la región de París? Es lo que muchos expertos y líderes políticos exigen al gobierno, en virtud de la degradación de la situación sanitaria en la capital francesa.
Tres personas en terapia intensiva fueron evacuadas el sábado por la mañana desde la región Ile-de-France hacia las ciudades de Nantes, Angers y Le Mans, según informaron las autoridades sanitarias. Otros traslados masivos en tren de alta velocidad podrían tener lugar en los próximos días, en virtud de la saturación en los hospitales de Paris y sus alrededores.
En esta región, la más poblada de toda Francia, hay actualmente unos 1.000 enfermos de covid en terapia intensiva, de los 4.000 que se registran en todo el país. A mediados de esta semana, los hospitales recibieron la orden de anular 40% de las intervenciones quirúrgicas no urgentes, de forma de liberar camas para atender al flujo de contagiados por coronavirus.
Por el momento, Emmanuel Macron, ha descartado el confinamiento de la capital, a pesar de que las cifras de contagios y de saturación de hospitales en esta región son de las más preocupantes en todo el país. Decisión incomprensible para algunos expertos y l oposición política considerando que los departamentos de Alpes-Marítimos y Pas-de-Calais, así como la región de Dunkerque, cuyas tasas de contagios son inferiores a la de la región capital, se tuvieron que plegar a las medidas de confinamiento durante el fin de semana, decididas de forma local.
En el capitalino departamento de Seine-Saint-Denis, la tasa de incidencia es de 465 por 100.000 habitantes, contra 227 en el resto del territorio francés.
Entre tanto, prosigue la campaña de vacunación, con efectos alentadores. El 60% de las personas en residencias de ancianos ha sido vacunado, lo que ha permitido reducir drásticamente la mortalidad en esa categoría de la población.
La epidemia de covid-19 causó más de 90.000 muertos en Francia desde 1su inicio hace un año, según las cifras publicadas el viernes por la agencia de salud pública del país europeo.
Francia detecta una nueva variante en el noroeste del país
Según se anunció este martes en Francia, una nueva variante del coronavirus SARS-CoV2, más difícil de detectar por las pruebas clásicas de PCR, fue descubierta en ocho pacientes muertos en el hospital de Lannion, en la región de Bretaña.
Fue una bióloga del hospital de Lannion quien dio la voz de alarma al detectar la nueva variante en un grupo de 79 casos de Covid-19. Según Stéphane Mulliez, director de la Agencia Regional de Salud de Bretaña, algunos pacientes, a pesar de tener los síntomas habituales de la Covid-19, dieron negativo en las pruebas de la enfermedad.
Sin embargo, tras realizar análisis de sangre para detectar anticuerpos y analizar el material recogido a mayor profundidad en el tracto respiratorio, se descubrió esta nueva variante en ocho pacientes que murieron tras complicaciones relacionadas con la Covid-19. Mulliez precisó que todas las víctimas eran de edad avanzada y sufrían “comorbilidades importantes”.
Las autoridades sanitarias siguen investigando los casos, al tiempo que intentan determinar todas las personas que estuvieron en contacto con los pacientes fallecidos. Las muestras se han enviado al Instituto Pasteur para analizar la mutación.
Por ahora, la cepa ha sido clasificada como VUI (variante en investigación), una categoría establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la Agencia Regional de Salud de Bretaña, hasta ahora, la cepa no forma parte de las mutaciones preocupantes, como la británica, la sudafricana y la de Manaos.
“Los primeros análisis no permiten concluir sobre una mayor gravedad o transmisibilidad en comparación con el virus clásico”, dijo la Dirección General de Salud de Francia en un comunicado. “Al tratarse de una variante más difícil de detectar, es delicado hablar de su grado de difusión y gravedad”, reiteró Mulliez.
La aparición de variantes es algo natural, ya que el virus muta con el tiempo. Se han identificado más de 4.000 variantes del SARS-CoV-2 en todo el mundo, según el servicio de salud británico.