El primer ministro británico, Boris Johnson, dio el lunes su apoyo a la jefa de la policía de Londres tras la prohibición de una vigilia organizada a raíz de la muerte de Sarah Everard, una ejecutiva de 33 años que desapareció a principios de mes cuando volvía a pie a su casa en el sur de Londres.
Aún así, decenas de personas se congregaron el sábado por la noche, dando lugar a detenciones e impactantes imágenes de mujeres jóvenes esposadas por los agentes.
Esto se sumó a la conmoción provocada por que un policía de 48 años haya sido acusado del secuestro y asesinato de Everard. El hombre se encuentra detenido a la espera de comparecer ante la justicia el martes.
Durante una visita oficial, se le preguntó a Johnson si tiene plena confianza en la jefa de Scotland Yard, Cressida Dick, que ha rechazado dimitir. “Sí”, respondió y añadió que la policía está haciendo un “trabajo muy difícil”.
“Pero está claro que las escenas que vimos fueron muy perturbadoras”, agregó, considerando “correcto” que haya una investigación sobre la respuesta policial.
“El país sigue conmocionado y apenado por lo ocurrido a Sarah Everard y debemos hacer todo lo posible para encontrar respuestas”, subrayó el primer ministro que por la tarde debía presidir una reunión de expertos en delincuencia y justicia, con participación de Dick, para abordar el tema.
Por su parte, la ministra del Interior, Priti Patel afirmó ante el parlamento haber ordenado una investigación independiente “en aras de ofrecer mayores garantías y asegurar la confianza del público”.
“También creo que nadie debe prejuzgar conductas hasta que no veamos totalmente lo que sucedió”, añadió, asegurando que el informe estará listo en dos semanas.
El parlamento británico debate actualmente una legislación para reforzar los poderes de la policía que debe ser votada el martes.
El grupo feminista Sisters Uncut, que denunció la intervención policial del sábado, se opuso al proyecto de ley afirmando que “dar más poderes a la policía aumentará la violencia contra las mujeres”.
Mientras los diputados debatían, cientos de personas se reunieron en la plaza del Parlamento para rendir homenaje a Everard ante la mirada de decenas de policías.
Grupos feministas denunciaron también el lunes como una “nueva traición a las mujeres y niñas víctimas de violencia” una decisión del Tribunal de Apelaciones de mantener una controvertida política de la fiscalía sobre procesamiento de presuntas violaciones acusada de provocar “un descenso escandaloso y sin precedentes en el porcentaje y el volumen de acusaciones por violación”.
La muerte de Sarah
Un policía fue acusado de secuestro y homicidio el viernes en Londres tras la identificación del cuerpo de una joven desparecida el 3 de marzo, un caso que ha conmocionado en Reino Unido.
La policía metropolitana de Londres anunció que el agente de su unidad de protección de representaciones diplomáticas Wayne Couzens, de 48 años, fue inculpado por la muerte de Sarah Everard. La mujer de 33 años desapareció cuando regresaba caminando a su casa en el sur de la capital.
La fiscalía confirmó en un comunicado que el sospechoso fue inculpado de “secuestro y homicidio”.
Wayne Couzens, que este sábado comparece ante un juez, fue detenido en la noche del martes en Kent, donde reside y donde el cuerpo de la víctima fue hallado el miércoles en un bosque. El viernes fue formalmente identificado.
Sarah Everard había visitado a amigos en Clapham, sur de Londres, y regresaba a Brixton, a unos 50 minutos de caminata, cuando desapareció hacia las 21:30 hora local.
En un tuit el jueves, el primer ministro Boris Johnson se declaró “impactado y entristecido” por este caso, e instó a “trabajar rápidamente para encontrar todas las respuestas a este horrible crimen”.