Más de 1.400 personas fueron detenidas anoche en Rusia en las protestas contra la sentencia judicial que envió a prisión al líder opositor Alexei Navalny, informó hoy OVD-Info, una ONG rusa de seguimiento de persecuciones políticas.
La mayor parte de las detenciones, 1.145, se produjeron en las calles de Moscú, donde efectivos antidisturbios utilizaron porras para disolver a los manifestantes, según las imágenes publicadas en las redes sociales.
Nada más ser condenado, Navalny, que acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar su asesinato, llamó a sus partidarios a protestar cerca del Kremlin.
“Nos vamos a concentrar ahora en el centro de Moscú. Os esperamos en la plaza del Manezh. ¡Venid!”, informó el equipo de Navalny en su canal de Telegram.
Además, al igual que ocurriera en las últimas dos jornadas de protestas, las autoridades moscovitas decidieron cerrar varias estaciones de metro, calles y plazas de la ciudad.
En San Petersburgo, la antigua capital imperial rusa, fueron detenidas 248 personas y otras 15 en distintas ciudades del país.
El Kremlin ha rechazado todas las críticas occidentales detención de Navalny y al desproporcionado uso de la fuerza por parte de la policía contra los manifestantes en las multitudinarias protestas del 23 y 31 de enero en apoyo del opositor, en las que fueron detenidas casi 10.000 personas.
La Justicia rusa impuso ayer a Navalny una pena de tres años y medio de prisión, al hacer efectiva una sentencia suspendida de 2014 en un juicio fue calificado de arbitrario por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
De la pena, se precisa en la sentencia, se descontarán los diez meses que Navalny permaneció en arresto domiciliario durante ese juicio.
Nada más conocerse el fallo, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido, alguno de cuyos diplomáticos asistieron a la vista judicial en Moscú, condenaron dictamen y exigieron la inmediata liberación del opositor, que regresó a mediados de enero de Alemania, donde se recuperó del envenenamiento con el agente químico Novichok.