Más de 800 personas fueron detenidas este domingo en Bielorrusia durante una nueva manifestación para exigir la renuncia del presidente Alexander Lukashenko, mientras la líder de la oposición dijo que esperaba poder reunirse pronto con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
Desde hace tres meses, los opositores a Alexander Lukashenko se manifiestan todos los domingos en Minsk para pedirle la dimisión después de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, marcadas por acusaciones de fraude masivo.
Piden al presidente en el poder desde 1994 que ceda el lugar a su adversaria en los comicios, Svetlana Tijanóvskaya, que tuvo que huir al extranjero, como otros miembros destacados de la oposición, para escapar de la represión en las semanas que siguieron a la elección.
Varios miles de manifestantes se concentraron este domingo en el centro de la capital. Muchos de ellos llevaban banderas rojiblancas de la oposición y expresaron su descontento a pesar de un amplio despliegue policial y del cierre de numerosas estaciones de metro.
Al menos 516 personas fueron detenidas en Minsk y otras localidades, según la ONG defensora de los derechos humanos Viasna.
Entre los detenidos hubo una decena de periodistas así como personalidades bielorrusas, por ejemplo, el atleta Andréi Krauchanka, medalla de plata en decatlón en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, o la Miss Bielorrusia 2008, Olga Jinikova.
“El país se ha convertido en una prisión. Es una junta militar, no podemos suportar esta situación, toda esta represión, detienen a gente en la calle sin ningún motivo”, criticó Elena Vassilevitch, una jubilada, de 65 años, que salió a manifestarse con la esperanza “de finalmente vivir en un país libre y democrático”.
Esperanza en Biden
Refugiada en Lituania, la opositora Tijanóvskaya afirmó el domingo que estos 90 días de manifestaciones sin inflexión del régimen demuestran que “ha perdido su legitimidad y su poder”.
Tijanóvskaya, que reivindica la victoria en las elecciones del 9 de agosto, ha recibido el apoyo de varios dirigentes europeos que se han negado a reconocer el resultado de las elecciones.
La líder de la oposición felicitó al presidente electo de Estados Unidos Joe Biden por su victoria, y expresó el deseo de reunirse próximamente con él.
“El mundo entero ha sido testigo de las elecciones en Estados Unidos, un país con una democracia que funciona (…) a diferencia de Bielorrusia, donde las elecciones han sido robadas”, escribió en Telegram.
Tijanóvskaya aseguró que Biden se reunirá “pronto con el presidente justamente electo en una nueva y libre Bielorrusia” y recordó que el nuevo presidente electo mostró “en varias ocasiones su apoyo firme al pueblo bielorruso”.
En cambio, Lukashenko consideró este sábado que las presidenciales estadounidenses fueron una “parodia democrática” y aseguró que no cree que cambien las relaciones con Washington independientemente de quién sea el futuro ocupante de la Casa Blanca.
Además de Minsk, también se produjeron manifestaciones en otras grandes ciudades bielorrusas y hubo concentraciones sectoriales, por ejemplo, unos 50 trabajadores sanitarios protestaron delante de un hospital en la capital, según la prensa local.
Desde mediados de agosto, cada domingo se producen protestas contra Lukashenko que reúnen a varias decenas de miles de personas y algunas de ellas superaron las 100.000, convirtiéndose en las más importantes desde la independencia en 1991 de esta exrepública soviética.
Las primeras protestas, tras la controvertida elección de Lukashenko con más del 80% de los votos, estuvieron marcadas por una fuerte represión, que provocó al menos 3 muertos y casos de tortura según denunciaron los manifestantes.
La Unión Europea incluyó oficialmente el viernes a Lukashenko, su hijo Viktor y a otros 13 dirigentes bielorrusos en una lista negra de personas sancionadas.