El gobierno de Brasil informó que una de las tres víctimas del ataque con cuchillo perpetrado este jueves en una iglesia en pleno corazón de Niza, en el sureste de Francia, era una mujer de nacionalidad brasileña.
En su conexión semanal por Facebook, el presidente Jair Bolsonaro calificó el ataque como un acto de “cristofobia” y afirmó que un hecho así “tiene que ser combatido, no tiene que ser [respondido] con florcitas”.
“Ella estaba ahí rezando, entró ese tipo que detesta a los cristianos, nosotros hablamos de cristofobia, y acuchilló a esa señora allá dentro. Lamentamos la muerte de las tres personas”, dijo el mandatario, que identificó a la mujer como Simone Barreto Silva.
La cancillería anunció en un comunicado “que una de las víctimas fatales era una brasileña de 44 años, madre de tres hijos, residente en Francia”.
Consultada por la Agencia France-Presse (AFP), el ministerio no confirmó si la mujer fallecida tenía también la nacionalidad francesa.
La víctima quedó gravemente herida en el atentado de la basílica de Notre-Dame, cometido por un migrante tunecino de 21 años recién llegado a Francia.
La mujer logró huir a un bar vecino, pero murió poco después, indicaron a la AFP fuentes policiales.
“Digan a mis hijos que los amo”, logró decir antes de fallecer, según testimonios difundidos por la cadena BFMTV.
Las otras dos víctimas fueron asesinadas dentro de la basílica: una mujer de edad avanzada que fue degollada por el atacante que intentó decapitarla y el sacristán de la basílica, un laico de 45 años, casado y padre de dos niñas.
El gobierno brasileño expresó también “su firme repudio a cualquier forma de terrorismo” y manifestó “en especial su solidaridad a los cristianos y a las personas de otras confesiones que sufren persecución y violencia por sus creencias”.