El líder de la oposición rusa Alexéi Navalny dijo este martes que fue capaz de respirar sin ayuda en sus primera declaraciones tras haber sido envenenado el mes pasado en Siberia.
“Hola, este es Navalny”, escribió el líder de la oposición en una publicación en Instragram en la que aparece con su esposa sentado en su cama en el hospital de Berlín al que fue trasladado para ser tratado.
“Aún casi no puedo hacer nada, pero ayer fui capaz de respirar por mi cuenta todo el día, en general”, dijo en esta primera publicación en la red social tras haber sido envenenado con una sustancia neurotóxica según Alemania, Francia y Suecia.
“Me ha gustado mucho, es un procedimiento sorprendente y subestimado por muchos. Lo recomiendo”, bromeó, diciendo por otra parte a sus seguidores que los “extrañaba”, una semana después de haber salido del coma al cual había inducido.
El principal opositor del Kremlin, víctima según su entorno de un envenenamiento el 20 de agosto en Siberia, podrá muy pronto abandonar por completo la “ventilación artificial”, agregó el hospital Charite de Berlín donde es tratado.
Un laboratorio alemán concluyó el 3 de septiembre que Navalny, de 44 años, fue envenenado con un agente neurotóxico del tipo Novichok, concebido con fines militares en la época soviética, lo que Moscú rechaza.
Laboratorios francés y sueco anunciaron el lunes haber confirmado las conclusiones alemanas.
Presiones contra Putin
El opositor ruso ha estado en coma inducido médicamente en el hospital Charité de Berlín y ya se no se mencionan eventuales secuelas del envenenamiento a largo plazo, según la Deutsche Welle.
Alemania y Francia reiteraron en las últimas horas “el llamado a Rusia para que aporte explicaciones sobre lo que pasó”. En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo una conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y le instó a “arrojar la luz, sin demora” sobre el “intento de asesinato” del opositor.
Para el mandatario ruso, estas acusaciones no tienen ni “apoyo ni fundamento”.
Navalny, un abogado de 44 años que denuncia desde hace tiempo la corrupción en las élites rusas, está hospitalizado en Berlín desde el 22 de agosto. Tras salir del coma tres semanas después, su estado de salud ha ido mejorando, y este lunes el hospital Charité agregó que Navalny “es capaz de levantarse de la cama por breves periodos de tiempo”.
Pruebas de laboratorio independientes de Alemania, Francia y Suecia confirmaron que Navalny fue envenedado.