Novichok, un agente nervioso mortal que dejó al político opositor ruso Alexei Navalny en coma y casi mató a un exespía ruso y a su hija en 2018, fue producto de un programa de armas químicas soviético sumamente reservado.
Solo unos pocos miligramos del líquido inodoro –el peso de un copo de nieve– son suficientes para matar a una persona en cuestión de minutos. El agente podría diluirse a la concentración deseada y agregarse a alimentos o bebidas, o también aplicarse a superficies o ropa.
Los científicos dicen que el agente nervioso podría mantener su carácter letal durante mucho tiempo, incluso si se dejan unas gotas diminutas en una jeringa o se impregnan en madera o tela.
¿Qué provoca el agente nervioso Novichok?
Como el famoso sarín o el VX, el Novichok (“pequeño nuevo”) pertenece a la familia de agentes nerviosos, armas químicas que actúan sobre ese sistema del organismo. Estas sustancias atacan una enzima llamada acetilcolinesterasa, cuyo papel es crucial porque destruye la acetilcolina, una molécula que actúa sobre la contracción de los músculos.
Cuando el agente nervioso bloquea esta enzima, la acetilcolina se acumula afectando al sistema nervioso: los músculos dejan de ser controlados, lo que provoca espasmos y puede provocar la muerte por asfixia.
Los agentes Novichok son “agentes binarios”: “las sustancias que las componen se transportan separadamente y se mezclan para activar el veneno. Es extremadamente tóxico”, explicó el doctor Richard Parsons, especialista en toxicología en el King’s College de Londres, citado por el organismo británico Science Media Center.
Estos venenos pueden ser administrados “penetrándolos a través de la piel, por inhalación y por ingestión”, según un experto de la universidad de Nottingham, el doctor Wayner Carter, citado por el mismo centro.
En noviembre pasado, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OIAC) incluyó el Novichok en su lista de sustancias prohibidas, tras una decisión de sus 193 Estados miembros. Se trató de la primera actualización de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas desde su entrada en vigor en 1997.
¿Cómo pueden los médicos combatir el envenenamiento?
Para combatir los efectos de los agentes nerviosos, el procedimiento médico clásico consiste en estabilizar las funciones vitales del cuerpo (respiración, ritmo cardíaco).
Paralelamente, hay que administrar atropina al paciente para bloquear los receptores de acetilcolina e impedir su acumulación en el sistema nervioso. Si el tratamiento funciona, el cuerpo evacua la sustancia tóxica y produce de nuevo la enzima. Pero incluso si sobrevive, el paciente envenenado puede sufrir secuelas.
En 2018, Skripal y su hija sobrevivieron tras un tratamiento médico muy pesado. Pero una habitante de la región murió tras rociarse con el contenido de un frasco hallado por su compañero al creer que se trataba de perfume.
Según los investigadores, el frasco sirvió sin duda para enviar el Novichok desde Rusia. El compañero de la fallecida sobrevivió tras ser hospitalizado durante varias semanas. “Es importante determinar cuándo y dónde fue administrado el veneno, para asegurarse de que el agente tóxico ya no está presente en el lugar donde fue diseminado”, según Carter.
En Salisbury, el trabajo de descontaminación finalizó a principios de 2019, casi un año después del envenenamiento de Skripal. La casa del exespía ruso fue uno de los 12 lugares que se limpió con minuciosidad.
¿Cuándo fue diseñado el Novichok?
El programa soviético para diseñar una nueva generación de armas químicas comenzó en la década de 1970 para contrarrestar las últimas armas químicas estadounidenses.
Los líderes soviéticos querían el equivalente a las armas binarias estadounidenses: agentes compuestos de componentes relativamente inofensivos que se vuelven mortales cuando se mezclan, lo que los hace más fáciles de operar que las armas químicas normales.
Si bien los venenos de la clase Novichok eran altamente letales, el programa solo tuvo un éxito parcial, ya que algunos de los componentes eran tan tóxicos como los agentes nerviosos de grado militar.
El liderazgo soviético finalmente perdió interés en las armas químicas. Los agentes de la clase Novichok solo se fabricaron en cantidades de laboratorio. Vladimir Uglev, uno de los principales científicos del programa, ha estimado que se fabricaron alrededor de 100 kilogramos (220 libras).
La existencia del Novichok fue revelada en los años 1990 por el químico ruso Vil Mirzaianov. Después de haber trabajado durante casi 30 años para el Instituto de Investigación del Estado para la Química y las Tecnologías Orgánicas, se exilió en Estados Unidos en 1995. “Solo los rusos” desarrollaron este tipo de agentes nerviosos”, aseguró este químico a la AFP en marzo de 2018, durante el caso Skripal. “Siempre los mantuvieron en secreto y siguen haciéndolo”, complementa.