Lituania, Estonia y Letonia inscribieron este lunes en una lista negra al presidente de Bielorrusia, Alexandre Lukashenko, y a otros 29 funcionarios de su gobierno por presunto fraude electoral y represión de manifestantes.
Los países Bálticos, miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, quisieron unir sus fuerzas para apoyar a los manifestantes del país vecino, que inician su cuarta semana de protestas tras la polémica reelección de Lukashenko, el 9 de agosto.
“Nuestro mensaje es que no sólo hay que emitir declaraciones, hay que tomar medidas concretas”, dijo a la Agence France-Presse el ministro de Relaciones Exteriores lituano, Linas Linkevicius.
Además de Lukashenko, las listas negras incluyen a 29 funcionarios, sobre todo de la comisión electoral, ministerios y fuerzas del orden.
Según Linkevicius, las listas podrían ampliarse próximamente.
Su homólogo estonio, Urmas Reinsalu, señaló por su parte que los países Bálticos “demuestran estar abordando con la mayor seriedad las violaciones a los derechos humanos en Bielorrusia”.
La UE también prevé prohibiciones de acceso y bloqueo de activos para unos 20 funcionarios bielorrusos, pero la lista necesita la aprobación de los 27 Estados miembros.
Algunos países occidentales de la UE consideran que sancionar a Alexander Lukashenko podría trabar los esfuerzos para crear un diálogo entre las autoridades y la oposición, y además empujaría al presidente bielorruso hacia Rusia.
En el pasado ocupados por la URSS, los países bálticos pertenecen todos a la zona euro. Letonia y Lituania tienen fronteras comunes con Bielorrusia.
Lituania, que se ha puesto a la cabeza de la diplomacia europea respecto a Bielorrusia, también brinda refugio a la líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya.