El gobierno británico anunció este jueves la imposición de una cuarentena de 14 días a partir de este sábado a los viajeros procedentes de Francia y Holanda, ante el temor por el incremento de casos de coronavirus en esos países.
Desde principios de esta semana, el gobierno británico había advertido que Francia entraría en su listado de países a los que se les impone una cuarentena de 14 días. Pero en el caso de Francia no estamos hablando de cualquier país, sino del segundo destino turístico preferido por los británicos, y quizás el primero en estos momentos en los que España, primer destino, ya había entrado a esa lista negra.
La nueva medida anunciada por el ministro de Transporte, Grant Shapps, ha destruido los planes vacacionales de miles de británicos que ya se encontraban en Francia o que pensaban viajar con su familia e hijos a atracciones como EuroDisney.
Cerca de 160 mil británicos se encuentran de vacaciones en este momento en territorio francés, y la cuarentena entra en vigor este sábado a las 4:00 locales, lo que ha llevado a que muchos intenten regresar por mar, tierra, o aire en las próximas horas a su país para evitar el confinamiento.
De hecho, el Eurotúnel se ha visto obligado a advertir en su sitio web que sus trenes ya no tienen disponibilidad alguna, solicitando por lo tanto a los viajeros no llegar al terminal sin una reserva confirmada.
La otra opción para los británicos es regresar vía aérea, sin embargo, los tickets están, en estos momentos, por encima de los 500 euros por persona (más de 470 mil pesos chilenos), mientras que el pasaje más económico del Eurostar está a 230 euros (más de 217 mil pesos chilenos).
Esta semana, el Reino Unido ha estado detectando cerca de mil nuevos casos al día, aunque la tasa de fallecimientos y hospitalizaciones sigue descendiendo, lo cual evidencia que los nuevos contagios se están presentando en la población más joven que normalmente no termina siendo afectada con la misma gravedad que los mayores de 60 años, aunque con una tasa de contagios en aumento.
Es posible que en las próximas semanas, el Reino Unido decida dar marcha atrás en el relajamiento de algunas medidas relacionadas con la apertura de establecimientos como bares, restaurantes o cines.