Las islas Cornualles en lugar de las Baleares, el fresco del Atlántico en lugar del calor del Mediterráneo. Como muchas familias británicas, los Lunt cambiaron sus planes veraniegos ante el riesgo de verse obligados a hacer una cuarentena.
Decidieron hacer sus vacaciones en el Reino Unido, una decisión que resultó prudente después de que el gobierno británico estableciera una cuarentena para todos los viajeros procedentes de España.
En lugar de pasar dos semanas en Mallorca, los Lunt, oriundos de Bath (suroeste), irán a Rock, un lujoso balneario en el suroeste de Inglaterra, conocido como “Chelsea-sur-mer”, en referencia al acomodado barrio de Londres.
“Teníamos miedo de que nos tomaran la temperatura en el aeropuerto y que tuviéramos que hacer potencialmente dos semana de cuarentena”, explica a la AFP Rosie Lunt, madre de un niño y dos niñas de 5 a 9 años.
Londres impuso esta cuarentena a los viajeros procedentes de España el 26 de julio tras un aumento de los rebrotes de los casos de coronavirus en territorio español, pero con su repentino anuncio dejó a miles de turistas en el limbo.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, criticó la decisión del Reino Unido, pero su homólogo británico, Boris Johnson, se mantuvo firme con esta medida “rápida y decisiva”.
Además de acentuar las tensiones diplomáticas, la decisión reveló la fragilidad de la industria turística, que en España prevé unas pérdidas de 9.000 millones de euros (10.660 millones de dólares) en agosto y septiembre, según la patronal Exceltur.
“Grandes repercusiones financieras”
Pero su impacto también se hará notar en la industria turística británica, cuyos operadores organizan las vacaciones de millones de británicos que van a tomar el sol en la Costa Brava o disfrutar del ocio nocturno en Ibiza.
ABTA, la asociación británica del sector, advirtió de “las grandes repercusiones financieras” de esta medida en un sector que el año pasado ya sufrió el cierre de Thomas Cook.
España fue en 2019 la destinación preferida de los británicos, con un total de 19 millones de turistas, por delante de Francia y Estados Unidos.
Tras el anuncio de la cuarentena, TUI, el principal operador británico, anuló la mayoría de sus vuelos a España hasta principios de agosto y anunció el jueves el cierre de 166 agencias en el Reino Unido e Irlanda.
Aerolíneas y aeropuertos, que ya atravesaban una situación difícil, también expresaron su decepción respecto a la decisión de Johnson y pidieron que en lugar de cuarentenas sistemáticas se hicieran test a aquellos que llegaran al aeropuerto.
“La decisión del Reino Unido de imponer de un día para otro una cuarentena de 14 días siembra una gran incertidumbre entre los veraneantes que preveían desplazarse al país en agosto”, dijo a la AFP Alexis Frick, un investigador en Euromonitor.
Frick recuerda que los británicos representaron una cuarta parte de los turistas extranjeros en los últimos 15 años en territorio español.
Además de España, otros países podrían verse afectados por la cuarentena impuesta por Londres, que sigue con atención la evolución de la pandemia en Croacia y Bélgica.