Miles de búlgaros se manifestaron este domingo por cuarta noche consecutiva para protestar contra la corrupción y reclamar la dimisión del gobierno conservador del primer ministro Boiko Borisov.
En Sofía, más de 3.000 personas marcharon durante varias horas delante de la sede del gobierno, al grito de “mafia” y “dimisión”.
Los manifestantes también se dirigieron hacia el parlamento, bloqueando el tráfico en gran parte del centro de la capital hasta horas avanzadas de la noche.
El Ministerio del Interior anunció que la manifestación en Sofía terminó sin incidentes.
Hubo protestas en al menos otras diez ciudades de Bulgaria.
Las manifestaciones comenzaron el jueves en la capital, para protestar contra los registros ordenados por la fiscalía y llevados a cabo por policías armados y fiscales en la sede de la presidencia búlgara.
Los manifestantes lo interpretaron como un ataque al presidente Rumen Radev, respaldado por los socialistas.
Radev es muy crítico con el gobierno conservador. El sábado lo acusó de ser de naturaleza “mafiosa” y pidió la dimisión del primer ministro, quien se niega a renunciar al cargo.
El domingo los manifestantes lanzaron una petición en línea para reclamar la partida de Borisov.
El viernes, la protesta en Sofía degeneró en violencia. Dieciocho manifestantes fueron detenidos, de los cuales dos tuvieron que ser hospitalizados por golpes.
Esto provocó una participación aún mayor en la concentración del sábado. Hay otra prevista para el lunes en Sofía y una a nivel nacional el jueves.
Trece años después de su entrada en la Unión Europea, Bulgaria es el país de la UE más afectado por la corrupción, según la ONG Transparencia Internacional.