La policía británica informó esta semana de la identificación de un sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica que se encuentra extraviada desde mayo de 2007, cuando tenía cuatro años y cuyo caso ha conmovido al mundo.
La identificación del alemán Christian Brueckner como nuevo sospechoso ha generado expectativas de que el caso pueda ser resuelto y se pueda conocer, qué pasó con la menor y dónde se encuentra.
Brueckner es un alemán de 43 años y registra un importante prontuario policial, en la actualidad se encuentro preso en una cárcel de la ciudad de Kiel en Alemania, por una serie de delitos sexuales.
En 1994 fue condenado por abuso sexual contra un niño, aunque no cumplió una pena efectiva de prisión pues era menor de edad al momento de los hechos, mientras que en 2016 fue condenado por posesión de pornografía infantil, consigna el portal Infobae.
Pero el delito por el que está condenado en la actualidad es por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en 2005 durante su estadía en Portugal. Un caso por el que recién fue detenido en 2015, cuando se pudo realizar una comparativo de su ADN con el que fue hallado en la víctima.
De acuerdo a los antecedentes, Brueckner amarró, golpeó, violó y robó a la estadounidense.
Las sospechas sobre este hombre recaen porque entre 1995 hasta finales de 2007 vivió en la localidad portuguesa de Algarve, muy cerca de Praia da Luz, ciudad donde se extravió Madeleine McCann.
Además, el diario alemán Der Spiegel publicó este viernes que el sospechoso envió un mensaje a un conocido en 2013, donde le decía que tenía el deseo de “cazar algo pequeño y utilizarlo durante días”.
“Averiguar la verdad”
Después de tanto tiempo, esta pista en Alemania abre una nueva luz.
Gerry y Kate McCann “están agradecidos y se congratulan por este llamamiento a testigos”, dijo su portavoz, Clarence Mitchell, el jueves a la BBC.
“Sólo quieren saber qué le pasó a su hija, averiguar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia”, agregó. “No han perdido la esperanza de encontrarla viva, a pesar del paso del tiempo” pero “son realistas”, afirmó.
“De las miles de pistas y potenciales sospechosos mencionados en el pasado o discutidos en los medios, nunca ha habido nada tan claro, procedente no de una fuerza policial, sino de tres”, subrayó.
Hace 13 años, hubo reproches a la eficiencia de la policía portuguesa, uno de cuyos inspectores jefes acabó siendo despedido.
Y el caso, que dio mil giros, se acabó volviendo contra los padres, a los que se acusó de haber sedado a su hija para salir.
Fueron detenidos e investigados por homicidio, pero finalmente exonerados.
Tras 14 meses de investigaciones infructíferas, la policía portuguesa cerró el caso en 2008 antes de reabrirlo cinco años después.
En 2009, unos detectives privados afirmaron que buscaban a una mujer “un poco parecida a Victoria Beckham”, con acento australiano, que habló con un hombre británico fuera de un bar en Barcelona tres días después de la desaparición de la pequeña en Portugal. Una extraña línea de investigación que también cayó en saco roto.
La policía británica inició asimismo su propia investigación en 2013.
Cientos de personas han sido interrogadas a lo largo de los años, tanto por la policía portuguesa como por Scotland Yard.
Ahora, la fiscalía de la localidad de Faro, en el sur de Portugal, aseguró el miércoles que “la investigación continúa, concretamente interrogando a testigos”.