El primer ministro británico, Boris Johnson, decidió este domingo mantener a su más cercano asesor, Dominic Cummings, acusado de infringir las medidas de confinamiento para luchar contra la propagación del nuevo coronavirus.
Hasta ahora, el gobierno británico ha rechazado los llamados para despedir a Cummings, de 48 años, acusado de haber ido a casa de sus padres con su hijo y su esposa, pese a que ésta tenía síntomas de la Covid-19.
Incluso dentro del propio Partido Conservador del primer ministro se alzan voces que piden la renuncia del poderoso asesor.
El jefe del gobierno estimó este domingo que el consejero actuó de “manera responsable, legal y con honestidad”.
“Lo que han hecho es perfectamente comprensible“, dijo en una rueda de prensa.
Según Downing Street, Cummings fue a casa de sus padres porque necesitaba ayuda con su hijo, al estar su esposa enferma, y que había dormido en un local separado de la propiedad. Su hermana dejaba las compras en el exterior para la familia.
Cummings afirmó el sábado que “había hecho lo correcto”.
El asesor fue visto con su hijo pequeño cerca de la casa de sus padres en Durham, en el noreste de Inglaterra, a unos 400 kilómetros de Londres el 31 de marzo, un día después de que él mismo anunciara que tenía síntomas del nuevo coronavirus.
Los diarios The Observer y el Sunday Mirror informaron que varios testigos le habían vuelto a ver el 19 de abril en el norte, cinco días después de su regreso a Londres para reanudar su trabajo tras curarse.
“No perderemos el tiempo en responder a una cascada de falsas acusaciones sobre el señor Cummings de diarios militantes”, señaló Downing Street, la sede del primer ministro.
Según los diarios, otro testigo precisó que había visto a Cummings en la ciudad de Barnard Castle, a 50 kilómetros de Durham, el 12 de abril.
Interrogado el domingo por la BBC, el ministro de Transportes, Grant Shapps, declaró que Cummings no dimitirá.
En el Reino Unido, el segundo país más golpeado por el coronavirus, con 36.793 muertos, este asunto perjudica al primer ministro, que ya es blanco de críticas por su gestión de la crisis.
Cummings, cerebro de la campaña en 2016 a favor para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, está considerado a menudo como una presencia nociva para Johnson.