El Gobierno italiano permitirá a las regiones adelantar al 18 de mayo la reapertura de algunos sectores, como el de la restauración, mientras se sigue registrando un menor número de nuevos contagios de coronavirus, hoy en mínimos desde hace dos meses.

Las infecciones totales desde que se detectara el primer caso, el 21 de febrero, son 219.814, lo que supone un aumento de 744 en el último día, pero se trata del nivel más bajo desde el 4 de marzo, de acuerdo a los datos difundidos por Protección Civil.

Italia ha contabilizado 179 fallecidos con el coronavirus el último día, lo que sitúa el balance provisional en 30.739, pero la cifra de nuevas defunciones se mantiene por debajo de las 200 desde el pasado viernes.

De este modo la curva de la pandemia sigue contrayéndose en Italia, al tiempo que las regiones meten prisa para acelerar la desescalada y la reanudación de sus exhaustas economías.

Presión de las regiones

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, convocó este lunes por vía telemática a los gobernadores y aceptó que sean ellos quienes decidan las reaperturas de los negocios siempre y cuando sigan un protocolo de seguridad específico que se publicará próximamente.

“Se empieza. Desde el 18 de mayo todos los negocios hasta ahora suspendidos podrán reanudar su actividad en base a una programación puntual regional”, declaró al término del encuentro el presidente de la Conferencia de las Regiones, Stefano Bonaccini.

Tras más de dos meses de parón, Italia está en pleno desbloqueo desde el 4 de mayo, cuando reanudaron sus operaciones los sectores de la construcción y la manufactura. Es un proceso lento y que estaba previsto que siguiera el 18 de mayo con la reapertura de bibliotecas, museos y tiendas.

El 1 de junio era el turno de establecimientos como bares y restaurantes, abiertos ahora solo “para llevar”, o peluquerías, pero tras las numerosas quejas podrán recibir clientes en muchas regiones dos semanas antes, ya desde el próximo lunes.

Bonaccini explicó que las reaperturas desde el 18 de mayo serán “de forma diferenciada”, es decir, en base a las características y exigencias de cada región y a sus datos epidemiológicos.

Además, el Gobierno podrá intervenir si los contagios vuelven a subir en una región determinada.

Este adelanto será con rigurosas medidas de seguridad. Ya se da por supuesto el uso de mascarilla, así como la separación entre comensales y la consecuente reducción de aforo. Ciudades como Roma darán más espacio público a las terrazas.

La concesión se produce después de un auténtico pulso de las regiones con el Gobierno. Así, Calabria (sur del país) permitió la reapertura de establecimientos, una decisión anulada por la Justicia.

En el caso de la provincia autónoma de Alto Adige (norte), desde hoy están abiertos los restaurantes o las peluquerías gracias a una ley local impugnada por el Ejecutivo de Roma.