El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció el sábado por la noche que el gobierno distribuirá bonos alimentarios a las personas más desfavorecidas, especialmente afectadas por la interrupción de la actividad económica en el país a causa de la pandemia de coronavirus.
El anuncio llegó después de que la policía tuviera que desplegar agentes para vigilar supermercados en Sicilia, tras algunos saqueos, también ocurridos en localidades del sur del país.
El gobierno desbloqueó fondos por valor de 400 millones de euros “destinados a los municipios, que tendrán que dedicarlos a las personas que no tengan dinero para comprar comida”, explicó el primer ministro durante una rueda de prensa en el Palacio Chigi, en Roma, sede del gobierno.
“Esto permitirá emitir bonos alimentarios”, señaló.
“Tenemos que construir una cadena de solidaridad, nadie será dejado a su suerte”, prometió. “Nuestro objetivo es garantizar liquidez a las familias, a las empresas y a la gente que trabaja”.
Y es que la pandemia de la Covid-19 acentuó la precariedad en la que vive gran parte de la población italiana, sobre todo en el sur y en Sicilia, donde la policía desplegó agentes este sábado delante de los supermercados para prevenir posibles robos.
El jueves, un grupo de personas intentó salir de un supermercado de Palermo sin pagar, gritando: “No tenemos dinero para pagar, tenemos que comer”, recogió este sábado el diario La Repubblica (progresista).
En otros municipios, los dueños de pequeños comercios son objeto de presiones de algunos habitantes, que piden que les den alimentos gratuitamente, según otro diario, Il Corriere della Sera.
#Coronavirus: forze dell'ordine presidiano supermarket a #Palermo dopo tentativo di saccheggio #iorestoacasa @TgrSicilia pic.twitter.com/toZaeokYS2
— Tgr Rai (@TgrRai) March 27, 2020
“Bomba social”
En el Mezzogiorno, el sur de la península, empobrecido, millones de personas viven del trabajo en negro, que no se declara a Hacienda.
Una población especialmente vulnerable en estos momentos, en los que el país está prácticamente bloqueado, al no poderse beneficiar de las medidas tomadas por el gobierno italiano para compensar la pérdida de ingresos de los trabajadores.
Después de casi tres semanas de confinamiento, una parte de la población no tiene medios para alimentarse.
El Corriere della Sera, que se refiere a una posible “bomba social”, asegura que la policía vigila las redes sociales y los grupos de conversación en los que se podrían organizar operaciones de saqueo de comercios.
“Tengo miedo de que la preocupación que va creciendo entre varios sectores de la población, por su salud, sus ingresos, el futuro, se acabe transformando en ira y odio si la crisis se prolonga”, declaró a La Repubblica Giuseppe Provenzano, ministro de Cohesión Social, encargado del sur del país.
“La gente que asalta supermercados son ignorantes. Anoche escuché en la televisión que 1.800 personas se inscribieron para el reparto de alimentos. Saquear supermercados no solucionará nada”, declaró un habitante de Palermo, Carmelo Badalamenti, este sábado, antes del anuncio de Conte, mientras hacía sus compras.
Pero, en las redes sociales, muchos sicilianos atacaron a los responsables políticos, y sobre todo al primer ministro.
En Italia, que registró su primer deceso relacionado con el coronavirus a finales de febrero, la pandemia mató ya a 10.023 personas y causó 92.472 casos.
Mucho menos afectada que otras regiones, en Sicilia la Covid-19 mató a 57 personas (de una población de unos 5 millones), un balance que casi se multiplicó por 10 en una semana.