La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, defendió este miércoles la proclamación de Jeanine Añez como presidenta interina de Bolivia como una manera de “evitar el vacío de poder” y “convocar elecciones” tras la renuncia de Evo Morales.
“La Unión Europea (UE) apoya una solución institucional que permita que haya un gobierno interino que prepare nuevas elecciones y evite un vacío de poder que puede tener consecuencias para todo el país”, aseguró Mogherini tras recordar el proceso de sucesión en Bolivia.
Durante un debate en la Eurocámara, la jefa de la diplomacia llamó también a “nuevas elecciones” para “preservar” los “éxitos” registrados bajo la presidencia de Morales, como la reducción de la pobreza, la integración de la población indígena y la mejora en los servicios.
Los eurodiputados de la mayoría de grupos coincidieron en su llamado a la celebración lo antes posible de nuevas elecciones y al envío de una misión electoral de la UE, pero disintieron sobre los responsables de la crisis política en el país andino.
El domingo, Morales, de 60 años, renunció a la presidencia que había ocupado desde 2006 tras perder el apoyo de las fuerzas armadas y de la policía, un “golpe de Estado”, en su opinión y en el de sus aliados en Venezuela y Cuba.
El presidente estadounidense, Donald Trump, saludó por su parte la renuncia del primer jefe de Estado indígena de Bolivia como “una fuerte señal” para los gobiernos “ilegítimos” de Venezuela y Nicaragua.
Su dimisión se produjo tras semanas de tensión por su controvertida reelección el 20 de octubre en primera vuelta en unos comicios que la Organización de Estados Americanos (OEA) llamó a celebrarlos de nuevo al detectar irregularidades.
“No podemos ignorar que el desencadenante de esta situación ha sido el incontestable fraude en las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre”, aseguró la eurodiputada del PPE (derecha), Pilar del Castillo.
Aunque Morales llamó el mismo domingo a nuevas elecciones, la presión de las calles, de las fuerzas armadas y de seguridad le llevaron a presentar su dimisión y a aceptar la oferta de asilo en México.
“Lo que ha pasado en Bolivia tiene un nombre: golpe de Estado”, aseguró por su parte el eurodiputado de izquierda radical, Manu Pineda.
La liberal Izaskun Bilbao, que criticó el “fraude”, también apuntó al papel desempeñado por las fuerzas armadas y la policía que, en su opinión, “deben abstenerse de incidir en procesos políticos”.
El vacío de poder dejado con la marcha del dirigente izquierdista se resolvió el martes con la proclamación como presidenta interina de la senadora de derechas Añez, que prometió convocar elecciones “lo más pronto posible”.
Los eurodiputados, tras el debate celebrado este miércoles, deben adoptar una resolución sobre Bolivia durante su próxima sesión plenaria a finales de noviembre.